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LIZ GÓMEZ
Liz Gómez cuenta con su academia de micropigmentación en Guayaquil.VANESSA TAPIA

Emprender y empoderar: La historia de Liz Gómez en la micropigmentación

Su búsqueda por la independencia económica hizo que se convierta en una de las micropigmentadoras más destacadas del país

Inició atendiendo a sus primeras clientas en la sala de su casa y ahora forma artistas en micropigmentación en su propia academia. Liz Gómez es una guayaquileña de 33 años que ha logrado forjar una carrera en el rubro de la micropigmentación de cejas y labios, capacitando a cientos de mujeres en todo el país. Para ella, la maternidad ha sido un factor crucial en su camino como emprendedora, y su meta es compartir su conocimiento para que más mujeres logren su independencia económica y crecimiento profesional.

¿Cómo empezó su vida de emprendedora?

Su deseo de emprender nació hace nueve años, cuando se enteró de que estaba embarazada. “Tenía muy claro que no quería que mi esposo me mantuviera o que se encargara económicamente de mí. Pero tampoco quería trabajar en relación de dependencia”, comenta. Por eso, aunque al inicio no sabía qué hacer, decidió incursionar en el mundo de la belleza estudiando maquillaje y peluquería.

Poco a poco, comenzó a tener clientas y se sentía bien porque generaba ingresos. Sin embargo, al estar embarazada, tenía miedo de no poder seguir trabajando cuando naciera su hijo. “En ese entonces no existía el boom de emprender, y recién se empezaba a usar Instagram. Todo era muy nuevo para mí”. Un día, una de sus compañeras de clases de maquillaje le comentó sobre la micropigmentación de cejas, y fue ahí cuando decidió capacitarse en esa área.

Luego de que naciera su hijo, Aarón, tuvo la oportunidad de trabajar durante aproximadamente siete meses en un salón de belleza como micropigmentadora. Desde entonces, su mundo profesional gira en torno a ese rubro. Al salir de ese salón de belleza, Liz decidió que era momento de emprender por su cuenta y comenzó a atender a sus clientas de micropigmentación en la sala de su casa. “Trabajé en mi casa durante más de un año, pero decidí que era momento de mudarme porque, a veces, era incómodo recibir clientas con el olor de la comida que se estaba preparando”, recuerda entre risas. Por eso, meses después decidió arriesgarse y apostar por su talento, alquilando su primera oficina.

Liz Gómez
Como artista en la micropigmentación y pestañas, a lo largo de su carrera ha realizado más de 20 mil procedimientos en labios, cejas y pestañas.VANESSA TAPIA
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Etapa de retos y aprendizaje

En 2020, con la llegada de la pandemia, Liz vivió un punto de inflexión en su carrera, ya que no podía trabajar de manera presencial. Por ello, decidió adentrarse en el mundo de las redes sociales y comenzó a ofrecer diversos cursos gratuitos (depilación de cejas con hilo, aplicación de extensiones de pestañas, entre otros) para que las personas pudieran sobrellevar mejor el confinamiento en casa. “Para dar esos cursos, tenía que aprender a enseñar, así que también decidí capacitarme sobre cómo hacerlo de forma virtual”, comenta.

Así fue como, poco a poco, comenzó a ganar reconocimiento en la ciudad y, unos meses después, tomó la decisión de crear su academia presencial. Desde entonces, ha tenido más de 300 alumnos y cada vez más personas buscan capacitarse en este rubro de la belleza. Hasta la fecha, Liz ha formado alumnas de todo Ecuador, provenientes de lugares como Quevedo, Jipijapa, Manabí y Puyo. “A mí me llena de satisfacción que mis alumnas crezcan, porque se siguen capacitando conmigo y se esfuerzan por ser cada vez mejores profesionales. Yo siempre voy a querer verlas crecer”, recalca.

Lado familiar

Cuando no está en su academia o atendiendo a sus clientas, su hijo Aarón y su esposo Jefferson son su refugio en el hogar. Liz se considera una persona muy espiritual y, en la actualidad, se enfoca en priorizar su salud mental. “Hay cosas que el dinero no puede comprar. Antes, agendaba todas las clientas posibles porque con esos ingresos pagaba la luz y el agua, pero ahora les digo que no puedo atenderlas porque tengo cita con el psicólogo. Si yo no estoy bien, el resto tampoco lo estará”.

De competidora a jurado

En 2023, Liz decidió plantearse una nueva meta en su carrera profesional y participó en el Worlds PMU & Microblading Championship, donde obtuvo el segundo lugar en la categoría de micropigmentación. Luego de eso, siguió participando en otras competencias y, posteriormente, la comenzaron a invitar como jurado en eventos nacionales e internacionales. “El año pasado fui jurado en el primer congreso ecuatoriano ‘PMU Sin Fronteras’, y este año también lo seré en el ‘WIME Internacional PMU’ en Madrid, España”.

Sí al empoderamiento femenino

Uno de sus propósitos, dentro de su academia y a lo largo de su vida profesional, es compartir su conocimiento con más personas para que, al igual que ella, encuentren en este rubro su pasión y crecimiento integral. “Este es un ciclo de la vida que debes cumplir. Llega un momento en el que, como artista, dices: ‘Ya aprendí, ya me sale bien y mis clientas están contentas, ¿y ahora qué hago?’. Es ahí cuando debes dar, porque cuando aprendes a recibir, pero también a soltar, jamás tendrás miedo de compartir tu conocimiento. Cuando recibes y también das, todo lo bueno regresa hacia ti”, menciona.

¿Qué consejo les da a otras emprendedoras? Liz asegura que, para ella, es clave cuidar la reputación, ya que eso es lo que las hará crecer. “Una marca o empresa no se asocia contigo porque eres bonita o porque haces las mejores pestañas, sino porque analiza tu credibilidad como profesional y, sobre todo, tu esencia como ser humano”.

Cómo es emprender en Ecuador

Aunque ahora cuenta con una base sólida de clientas y alumnas que confían en su talento, Liz se sincera y admite que en más de una ocasión ha pensado en rendirse, ya que manejar una empresa y una academia en el país es todo un reto. Sin embargo, recalca que está dispuesta a seguir asumiendo este desafío para enorgullecer a su hijo. “Lo que me impide desistir es mi hijo, porque, ¿cómo le puedo enseñar a no rendirse si yo lo hago? A partir de su nacimiento surgió todo esto, y él es mi razón de ser. Quiero hablarle con el ejemplo, porque es mi mayor motor. Si yo desisto, es como fallarle a él y a mí misma”.

Por eso, a pesar de que aún existen personas que consideran el rubro de la belleza algo banal, Liz asegura que les responde con hechos más que con palabras. “Las estrellas detrás de mí son mis alumnas. Siento que sí he cumplido mi misión como docente. Detrás de todos mis logros hay un trabajo de años”.

Datos sobre ella

  • Ha realizado más de 20 mil procedimientos en cejas, pestañas y labios.
  • Es embajadora de marcas internacionales como Alice (línea de pigmentos de maquillaje permanente) y Banhada (técnica coreana de lifting).

Créditos. Fotos y producción: Vanessa Tapia. Maquillaje: Ariana Taranto (@arianatarantomakeup). Locación: Estudio Liz Gómez (@lizgomezbl).