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Scarlett Córdova.
Scarlett Córdova usa sostén solo cuando es necesario.Cortesía

El 13 de octubre, un día para no usar sostén

La fecha invita a las mujeres a dejar esta prenda por 24 horas, promoviendo  la reflexión sobre el cáncer de mama

Cada 13 de octubre (el próximo lunes), mujeres de todo el mundo celebran el Día sin sujetador o sin sostén (o No Bra Day), una fecha que va mucho más allá de dejar esa prenda en el clóset: busca crear conciencia sobre el cáncer de mama y recordar la importancia de la detección temprana.

Además, muchas aprovechan la ocasión para disfrutar de una sensación de comodidad y libertad, para dejar de lado una prenda que a menudo se siente incómoda o restrictiva. Participar o no es cuestión de gusto y decisión personal.

El Día sin sostén nació el 9 de julio de 2011, y su primera celebración fue el 19 de octubre de ese mismo año, gracias al cirujano plástico canadiense Dr. Mitchell Brown, quien lo impulsó bajo el nombre Bra Day. Tres años después, la fecha oficial se trasladó al 13 de octubre, dentro del Mes de Concienciación sobre el Cáncer de Mama, para reforzar su mensaje de salud y empoderamiento femenino.

EXPRESIONES consultó a varios talentos locales sobre el uso de esta prenda. Algunas se hicieron ‘las locas’, como si responder fuera confesar un pecado mortal; otras, en cambio, no se complicaron y opinaron sin tapujos. 

La historia de esta prenda

Lo que empezó como una alternativa más saludable al corsé se convirtió en un símbolo de feminidad, moda y libertad. Hoy, el sostén es una elección personal en los tiempos en que las mujeres defienden su derecho a decidir sobre su cuerpo.

Durante siglos, el corsé fue imprescindible. Ajustaba la cintura, realzaba el busto y moldeaba la figura… a costa de la respiración y, a veces, de la salud.

A finales del siglo XIX, médicos y feministas empezaron a denunciar sus efectos. La francesa Herminie Cadolle en 1889 dividió el corsé en dos partes y diseñó la sección superior como prenda independiente: el primer sujetador de la historia.

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En 1914, la estadounidense Mary Phelps Jacob dio un paso más: unió dos pañuelos con una cinta y creó un diseño ligero y cómodo. El invento causó furor entre sus amigas, pero no tanto en el mercado. Mary vendió su patente por 1.500 dólares a la Warner Brothers Corset Co., que después ganó millones con su idea.

Durante los años 20 y 30, el sujetador acompañó el auge de una moda más práctica. Y durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en una prenda universal: funcional, resistente y adaptada a la nueva mujer trabajadora.

En los años 60 y 70, el feminismo volvió a ponerlo en debate. Algunas lo veían como una versión moderna del corsé, un símbolo de opresión y cosificación.

Ya en el siglo XXI, se reinventa una vez más. Las marcas apuestan por la diversidad de cuerpos, la comodidad y el empoderamiento real.

El Wonderbra (sujetador maravilloso en español) es una prenda hecha con aro que ganó popularidad en los 90. Aunque el nombre fue registrado en Estados Unidos en 1955, la marca fue desarrollada en Canadá. Son populares los de Victoria’s Secret, empresa estadounidense que vende lencería, productos de belleza y accesorios para mujeres. 

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Lo que opinan las expertas de moda

Cada 13 de octubre se conmemora el Día de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha que, explica la diseñadora y asesora de moda Mariana Burgos, invita a reflexionar sobre la detección temprana de la enfermedad y, a la vez, sobre el simbolismo de una prenda íntima que despierta debates sobre comodidad y libertad.

“Para algunas personas, este día también es una oportunidad para expresar el significado de una prenda que, en ocasiones, puede resultar incómoda según su diseño. Al prescindir del sostén, se enfatiza una connotación de liberación”, explica la creativa.

También aclara que no usar sostén depende del tipo de tejido o de la silueta. En caso de optar por no llevarlo, recomienda elegir prendas drapeadas o con estructuras internas que ofrezcan soporte, especialmente si el busto es grande. Para ocasiones más formales, sugiere recurrir a adhesivos o copas de silicona, recordando que su función es cubrir discretamente y no brindar soporte.

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La diseñadora Karla González destaca que hay situaciones en las que el uso del sostén sigue siendo necesario: “En algunos conjuntos, esa prenda aporta soporte, estructura y un acabado más pulido”. No obstante, desde su experiencia personal, considera que el uso prolongado puede resultar incómodo o incluso afectar la estética de la piel.

Considera que la decisión de no usarlo va más allá de la comodidad.Tiene una dimensión estética y de bienestar. Tras someterme a un levantamiento de senos, busqué reducir esa dependencia. En lugar del sostén tradicional, utilizo accesorios de silicona que cubren el pezón de forma discreta, incluso con prendas muy transparentes”, comenta.

Finalmente, aduce que la elegancia no depende del uso del sostén, sino de la coherencia entre el bienestar personal y la forma de vestir. “Cuando una mujer decide prescindir de esta prenda porque le aporta comodidad, estética o libertad, esa decisión también puede reflejar seguridad, autenticidad y estilo”.

Unas la usan, otras prefieren no llevarla

Sofía Caiche, conocida por su busto grande y quien en más de una ocasión ha mencionado que quiere reducirlo, confesó que desconocía la existencia de esta fecha.

“Me parece increíble. Es una bendición para las mujeres que no tienen mucho pecho. Yo no puedo darme ese lujo, debo tenerlo siempre sujetado. En casa me lo quito, pero fuera de ella… imposible. Además, es importante crear conciencia sobre la mamografía y la ecografía anual, sobre todo después de cierta edad. Mi madre, Grace, padeció la enfermedad y siempre se hace pruebas para estar alerta. Así que no usar sostén puede ser cuestión de gustos… pero en mi caso, ni pensarlo”, añade la actriz entre risas.

Sofía Caiche.
Sofía Caiche.Cortesía

La actriz Emma Guerrero, reciente mamá por segunda vez, no dudó en responder con humor cuando le preguntamos sobre el uso del sostén: “¡Si no lo uso se me caen las tetas! (risas). Quizá las que no tienen ‘chichis’ puedan darse ese lujo, pero yo, que estoy amamantando, si lo intento, la leche se me derramaría por todos lados. Sería un verdadero drama”.

Para la diseñadora María del Mar Proaño, no hay ocasiones ni fechas para no usar sujetador. “Se me hace más cómodo llevarlo; así duermo y me levanto”, afirma.

“Me parece incómodo, no me gusta llevarlo”.


Scarlett Córdova, actriz

La comunicadora Meche Cuesta comenta que siempre usa sostén: “Cuando no lo llevo, no me siento cómoda y me coloco unos adhesivos para cubrir los pezones. Me gusta sentirme segura y sujeta”. Su madre, Amelia, sufrió cáncer de mama y es una sobreviviente de la enfermedad.

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