
Así es 'Diciembre', la obra que imagina un Ecuador en ruinas y dividido por la guerra
La polémica obra del chileno Guillermo Calderón, llega a Quito con una potente adaptación local
En medio de escandalosas sirenas de emergencia, apagones interminables y una escasez de alimentos frescos -suplida con carne enlatada-, las mellizas Paula y María José decoran la antigua casa de sus ya fallecidos padres para celebrar la Nochebuena.
Hace varios años que no compartían juntas las festividades decembrinas, pero en ese Ecuador futurista de 2043, enfrascado en una nueva guerra con el Perú, las hermanas dan tregua a sus crecientes desencuentros políticos por una razón más importante: el regreso de Jorge, su hermano menor.
Con apenas unas horas de franco, el joven soldado llega borracho y transformado a la casa donde creció, solo para encontrarse con una sorpresa inesperada: además de la relación resquebrajada entre sus hermanas, ambas están visiblemente embarazadas.
Así arranca Diciembre, adaptación de la polémica obra del dramaturgo chileno Guillermo Calderón, que se estrenó en el Estudio de Actores de Quito.
La idea de montar la obra, explica la dramaturga y actriz Isadora Fonseca, surgió tras leer el texto original y notar semejanzas entre la trama y episodios del pasado nacional. “Me llamó muchísimo la atención descubrir que Chile también tuvo un conflicto con el Perú, y que en ese conflicto se replicaron cosas que nosotros vivimos durante la Guerra del Cenepa, porque los odios que generan las guerras son parte del mismo trauma”, comenta.
La línea entre la realidad y la ficción
Fonseca adaptó el guion al contexto ecuatoriano y sumó la participación de los actores Ana Lía Borja y Juan Sebastián Ruales. Los ensayos, explican, tomaron seis meses y comenzaron el año pasado, cuando los apagones aún complicaban la vida cotidiana, y cuando el conflicto armado interno era tema de debate tras la desaparición de los cuatro niños del barrio Malvinas, en Guayaquil, un caso por el cual hay 16 militares imputados.
“Por las situaciones que estábamos viviendo cuando empezamos a ensayar, la obra se sentía súper cercana a nuestra realidad y nos obligó a profundizar mucho en eso. Si bien no estamos en una guerra con el Perú, sí vivimos en medio de una violencia constante, donde la gente muere todos los días. Y aunque no nos toque directamente, es una situación que nos atraviesa a todos”, reflexiona Ruales.

A medida que avanza Diciembre, la visita de los hermanos se torna cada vez más tensa, y pronto las verdaderas motivaciones de cada uno salen a flote: María José ha solicitado la ayuda de un tío para sacar a Jorge del cuartel, mientras que Paula se ha vuelto una ferviente militante de la guerra, dispuesta incluso a denunciar a sus propios hermanos como traidores. Y Jorge, sumido en el horror del frente, ya no es el mismo que partió.
“Algo que nos interesó muchísimo fue la polarización de los discursos, de izquierda y de derecha, y cómo estos se radicalizan en medio de los conflictos. Nos pareció urgente reflexionar sobre esos extremos”, añade Borja.
Diciembre estará en cartelera los sábados y domingos a las 18:00 en el Estudio de Actores hasta el 13 de julio.
Una obra que atraviesa al continente
Desde su estreno en 2009, Diciembre ha sido representada en varios países, entre ellos Chile, Argentina y Colombia. La obra es una de las más consolidadas dentro de la extensa trayectoria del premiado dramaturgo Guillermo Calderón, conocido por los guiones de los filmes políticos Neruda y El Conde, así como por las piezas teatrales Neva, Villa y la trilogía del Caso Mateluna, clave en el proceso de indulto al preso político Jorge Mateluna.

Sus obras, ha señalado el dramaturgo, han sido objeto de censura y de críticas públicas a lo largo de los años. “Hay mucha gente que no nos invita, y hemos recibido una censura muchas veces solapada, además de ciertos ataques nada discretos. Nos han dicho mil veces que el teatro político no es efectivo y que lo único que hace es un ejercicio de autocomplacencia. Sin embargo, gracias a la visibilidad del caso Mateluna, podemos decir que no es así, y que esa visibilidad es necesaria para la colectividad”, afirmó.