Cultura

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La obra de Franklin Eduardo Mena es parte de la agenda virtual de la Compañía.Angelo Chamba

La danza reconstruye sus cimientos

La Compañía Nacional de la Danza se reinventa con una programación virtual acorde a los tiempos de pandemia. 'Royendo' es parte de la agenda.

Un hombre camina entre bloques de hormigón ligero. Hay paredes, columnas, montículos. Todos caen al son de la música, mientras él se mueve entre ellos, sobreviviendo.

Así arranca Royendo, obra de Franklin Eduardo Mena, bailarín de la Compañía Nacional de Danza del Ecuador. La pieza es parte de la agenda virtual que la entidad estrena en el contexto de su reinvención a la que ha obligado la pandemia de coronavirus.

La propuesta, que es grabada en la sede de la Compañía, al norte de la capital, se transmite a través de las distintas plataformas de la institución durante agosto y septiembre.

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Para Mena, la puesta en escena empezó con la añoranza. “El encierro nos obliga a cuidarnos de una manera que genera contradicciones con nuestra voluntad y con lo que significaba la cotidianidad para cada uno. Uno empieza a sentir nostalgia por lo que conocía, por la vida que llevaba, y esa nostalgia latente, que está muy relacionada a nuestras memorias, también genera lagunas mentales entre lo que era nuestra realidad y lo que creemos recordar de ella”, subraya.

Entre los bloques que caen, llenos de agujeros, él baila. La pieza breve, como todas las que se encuentra lanzando la entidad, también conlleva a otro análisis. “Este proceso de creación, en el que la dramaturgia se trabaja para el video y ya no para la escena es un cambio. Hay también una nostalgia por los aplausos, por la reacción de los espectadores. Aun así, esta es una añoranza que tomará mucho tiempo en irse, porque no podremos volver a la normalidad en mucho tiempo. Esta es la época en la que todos los artistas debemos pensar en nuevas formas de conectarnos con la audiencia, de replantearnos cómo llegar a ella”, señala.

La música es una parte importante de esta puesta en escena, que conjuga la danza con elementos, el perfomance. Realizada por el hermano del artista, Darwin Mena, canaliza las viñetas que dan vida a la obra. Señala que, sin la audiencia presente, este elemento se ha vuelto más importante en las obras que se presentan actualmente. “Quería que esta fuera una dramaturgia que pudiera sostenerse solo con la música, y creo que Royendo lo logra”, explica.

A largo plazo, espera presentar la puesta en escena ante público en vivo. Esa también es la expectativa para las otras obras que se suman a la agenda virtual de la compañía. Mientras tanto, continuará creando. “Este es el momento de experimentar, de lanzar nuevas ideas. Por ahora, todos los artistas estamos en la misma cancha”, concluye.

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Un clásico que se renueva sin público

La consagración de la primavera, emblemática obra de Ígor Stravinski, fue la gran apuesta de la Compañía Nacional de la Danza para estrenar su programación virtual en vivo, la semana pasada.

Durante este mes, la entidad alista una agenda semanal, transmitida a través de la página www.danza.gob.ec, que incluye obras como Nupcias, Pies sobre el agua, Imaginar y ¿Qué hubiese sido mejor: haber prestado mucha más, o algo menos de atención?

A estas se suman piezas de solistas de la compañía, que se transmiten los viernes y los fines de semana.