
Playas enfrenta el reto de frenar el consumo de alcohol en la zona del Humboldt
Autoridades reconocen que es difícil imponer el orden en este concurrido sector turístico, debido a la presión de los GDO
La zona del antiguo hotel Humboldt, también conocida como “el rompeolas”, al norte del malecón de Playas, es uno de los sitios preferidos por los turistas. Sus aguas tranquilas, la amplitud de la playa y la vista del horizonte marino la convierten en un punto estratégico para descansar y disfrutar del paisaje.
Sin embargo, el ambiente acogedor se ve opacado por un problema creciente: el desorden derivado del consumo de alcohol. La música estridente de los locales ubicados detrás de las carpas, junto a la venta irregular de bebidas alcohólicas, genera molestias a quienes buscan paz y tranquilidad.
A pesar de que muchos turistas consumen de manera moderada, los excesos provocan escenas desagradables. Joel Menoscal, visitante frecuente, relata que no es raro ver a personas orinando detrás de los vehículos estacionados, ante la falta de baños públicos suficientes. “Es un mal espectáculo, sobre todo cuando hay mujeres y niños caminando por el sector”, lamentó.
Otros, como Clemente Campuzano, turista proveniente de Samborondón, defienden el consumo moderado: “Me gusta tomar un par de cervezas con un ceviche, pero sin faltarle el respeto a nadie. El problema son los abusos, eso es lo que deberían controlar”.
Ordenanza en papel, poco cumplimiento en la práctica
El concejal Carlos Yagual Reinoso recuerda que la ordenanza municipal prohíbe el expendio y consumo de alcohol en los 14 kilómetros de corredor turístico de Playas, que incluye el malecón, El Pelado, Playa Paraíso, Engabao, y también la zona del Humboldt. “El problema es que no se hace cumplir la norma. Comisarías y Policía deberían intervenir, pero la realidad es otra”, cuestionó el edil.
Funcionarios municipales, bajo reserva, aseguran que controlar la situación es complejo porque existen amenazas de parte de grupos delictivos organizados (GDO) que operan en el sector. “Han roto luminarias y cámaras de videovigilancia. Es un tema delicado. En el Humboldt hay 12 locales con permiso para vender comida, pero no alcohol”, explicaron.

Operativos con limitaciones
Desde la Policía Nacional, el comisario Luis López señaló que se han realizado operativos para citar y advertir a los propietarios de los locales que venden licor sin autorización. También se ha intervenido a vendedores ambulantes que recorren la playa ofreciendo cerveza. “Incluso existía un local que ocupaba media calle para hacer bailar a la gente. Hemos actuado, pero los controles deben continuar”, indicó el funcionario.
Pese a estas acciones, las autoridades admiten que el problema persiste. Mientras tanto, la zona del Humboldt sigue siendo un punto de encuentro donde conviven la belleza natural y los excesos humanos, un contraste que pone a prueba la capacidad de control en uno de los destinos turísticos más visitados del país.
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