
Navidad en Guayaquil: un rincón iluminado para fotos gratuitas y espíritu comunitario
Un barrio del suroeste de Guayaquil se ha llenado de Navidad. Conoce los detalles de la iniciativa
Con la llegada de diciembre, un sector del suroeste de Guayaquil vuelve a transformarse en un atractivo punto navideño que despierta admiración entre vecinos y visitantes. Desde 2018, los moradores de la calle 12, entre la D y la F, decoran sus cuadras con luces, figuras y adornos festivos, una iniciativa que nació de manera espontánea y que hoy se ha convertido en una tradición esperada cada año.
La zona, ubicada en el sector del Cisne 2, cerca del monumento al Cristo del Consuelo, abarca tres barrios —El Faro, Las Palmeras y El Mirador— que, pese a su diversidad, comparten el entusiasmo por mantener vivo el ambiente navideño. En estas calles, la iluminación y los ornamentos destacan en medio de la noche y convierten al sector en un punto de encuentro para familias y curiosos.
La planifiación para lograr un barrio navideño
Erwin Limones, uno de los principales promotores de la iniciativa en el barrio Las Palmeras, recuerda que todo comenzó con un concurso organizado por el Municipio de Guayaquil, que premiaba a la cuadra mejor decorada. Junto a sus vecinos, decidieron participar y el esfuerzo dio frutos al resultar ganadores en aquella edición.
“Fue entonces cuando pensamos en darle identidad al barrio. Viajé a Milagro para comprar palmeras y plantarlas aquí. Desde entonces, cada noviembre encendemos las luces y decoramos las casas, aunque cada familia lo hace a su manera”, explica Limones.
Para este 2025, la organización se anticipó con varios meses de trabajo comunitario. Según Limones, la mayoría de vecinos se involucró activamente mediante rifas, bingos y venta de comida, actividades que permitieron recaudar cerca de 200 dólares. Con ese monto adquirieron tiras de luces LED rojas y verdes, que hoy adornan los troncos de las palmeras y realzan el paisaje nocturno.
No obstante, la participación no es obligatoria. El impulsor de la iniciativa señala que algunos moradores prefieren no sumarse y esa decisión es respetada. “Puede ser por motivos económicos o por creencias personales, y eso se entiende”, comenta.
Aun así, gran parte de las viviendas luce algún tipo de adorno. Algunas optan por decoraciones sencillas con luces, mientras que otras apuestan por escenarios más elaborados. Es el caso de la casa de la hija de María Ponce, donde este año recrearon una casa de jengibre; en temporadas anteriores, el tema fue un soldadito de Navidad.
Este espacio, que antes funcionaba como local comercial, ahora alberga un árbol navideño, sillones, alfombras, cojines y un proyector que diariamente transmite películas alusivas a la fecha. “Nos encanta la Navidad y lo que buscamos es compartir y fortalecer la unión entre vecinos. Cualquiera puede venir a tomarse fotos, no cobramos nada; solo vendemos algunos dulces afuera, acordes con la temática”, señala Ponce.
Así, entre luces, decoraciones y trabajo colectivo, este rincón de Guayaquil se consolida como un ejemplo de cómo la iniciativa ciudadana puede convertir un barrio en un espacio de encuentro, celebración y alegría abierta para todos.

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