
Murales en las escalinatas: un atractivo por desarrollar en Guayaquil
Falta de trabajo integral, observan expertos. En otros países, las gradas coloridas son un punto turístico imprescindible
Quien haya ido a Valparaíso, Chile, y no se fotografió con las coloridas escaleras ubicadas en sus cerros, no fue a esta ciudad porteña. O, la obligación que tiene todo turista extranjero de ir a la Escalera de Selarón, si va a Río de Janeiro, Brasil. Sus llamativas decoraciones han hecho que estos sitios sean considerados paradas indispensables en la agenda de cualquier viajero foráneo. No obstante, aunque Guayaquil también cuenta con este atractivo, ¿por qué no es un punto turístico imprescindible?
Porque estas, de alguna manera, fueron impuestas y las hicieron con el afán de adecentar o poner arte en las escalinatas, pero sin una vinculación con la población, afirma Octavio Villacreses, arquitecto, experto en urbanismo, exconcejal de Guayaquil y presidente del Comité de Moradores del Cerro Santa Ana, ubicado en el centro de la urbe. En las 222 escalinatas de Santo Domingo del cerro, está el mural ‘Gran Árbol Ecológico’. Este fue creado con mosaicos por el artista plástico ambateño Gonzalo Amancha.
Villacreses declara que sus moradores, “de una u otra forma, solo fueron espectadores”. Es por eso que considera que ellos no lo sienten propio. Para Ricardo Pozo, docente en diseño y planificación urbana de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, es ideal que cualquier intervención que se haga en el espacio urbano, que involucre el tema artístico, primero sea trabajada junto con la comunidad, es decir, desde la etapa del diseño hasta la del pintado. ¿Por qué? Porque así se asegura que haya una relación con quienes viven allí y con la identidad del lugar.
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Ricardo Pozo
Otras escalinatas de colores en Guayaquil
La urbanización privada El Portón, ubicada en Lomas de Urdesa, también goza de gradas coloreadas; al final de esta hay una representación de un pozo hecho con llantas. Mapasingue es otro sitio; en sus escalinatas está el mural ‘Himno a los ídolos’, del artista Christian Moreano. Allí destacan la figura del cantante guayaquileño Julio Jaramillo y el escudo del equipo de fútbol Barcelona Sporting Club. Esta obra es en cerámica.
Sin embargo, llegar a este último sitio no es fácil. El conductor debe tratar de esquivar los grandes baches que hay en la calzada, donde se acumula la basura y las palomas aprovechan para comer los restos de arroz que han quedado. Cuando entregaron la obra, los costados de donde inicia la escalinata estaban despejados; ahora no.
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Alba Caicedo
¿Qué se debería hacer para potenciar a las escalinatas como un punto turístico?
Para Alba Caicedo, docente de Turismo de la Universidad de Guayaquil, es fundamental implementar en los moradores la necesidad de cuidar el sitio; esto hará que ellos lo conserven y lo potencien. Por otro lado, podrían convertirse en gestores culturales que ofrezcan guías turísticas, como lo hacen en la Comuna 13 de Medellín, Colombia. Allá, los guías locales explican los conceptos del arte urbano que están plasmados en los murales. Para ello, las autoridades municipales deben capacitarlos. Eso permitirá que los visitantes se conecten más con el espacio y la realidad social.
No obstante, Raúl Villamarín, quien vive en el cerro Santa Ana, sostiene que la Municipalidad también debería preocuparse por la seguridad del sector. Comenta que cuando ellos están sentados fuera de sus casas, aconsejan a los pocos turistas que van que no suban todas las gradas por seguridad. En las noches, denuncia, no todas las luminarias prenden ni el personal de aseo realiza la limpieza de las gradas, por lo que se observan desperdicios en ellas.
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Octavio Villacreses
Además, para que estos sitios sean atractivos para el turista, indica Villavicencio, se deben activar infraestructuras, como cafeterías o locales donde el visitante pueda hacer otras actividades. Por lo que aconseja al Municipio que realice un trabajo integral a partir de un acercamiento con la comunidad para potenciar estos sitios. Pero que denote que existe un producto turístico, dice Caicedo, por lo que sugiere que también se involucre el Ministerio de Turismo, la empresa privada y la academia.
Pozo agrega que, si estos sitios no están bien conectados, en términos de caminabilidad, para que puedan visitarlo, mueren. Para evitarlo, se debe activar circuitos caminables y ciclovías que enlacen con otros puntos de la ciudad y con estaciones de transporte público. También que cuenten con atractivos comerciales y culturales cerca.
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