Ciclistas organizaron un plantón para pedir justicia por la muerte de Santiago Jaramillo.
Ciclistas organizaron un plantón para pedir justicia por la muerte de Santiago Jaramillo.Cortesía / Masa Crítica

Ni el Municipio ni el ECU911 tienen cámaras donde murió el ciclista

Familiares de Santiago Jaramillo temen impunidad. Una campaña en redes levanta la voz para que la causa se investigue y se halle al responsable

La investigación del deceso de Santiago Jaramillo aún tiene mucho tiempo por delante. El ECU911 confirmó a EXPRESO ayer que las cámaras de la entidad no están cercanas al lugar del accidente, a la entrada de la isla Mocolí.

Cerca de un millar de ciclistas rodaron hasta la entrada de la isla Mocolí.

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De allí que la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) haya solicitado a las urbanizaciones cercanas los videos registrados con los equipos de seguridad de las inmobiliarias del sector. Esa información será entregada a la Fiscalía Tercera de Samborondón, donde el caso está en indagación previa, con la fiscal María José Aguirre.

El ECU911 aseguró que las cámaras cercanas al lugar del fallecimiento servirán para la investigación. Entre tanto, una fuente municipal de Samborondón explicó que el Cabildo espera contratar equipos de videovigilancia en la zona.

Así, la incertidumbre porque este caso llegue a concretarse y a hallar justicia es cada vez más grande por parte de amigos y familiares del deportista fallecido.

Desde la noche de su fallecimiento, el 17 de agosto, los mensajes de apoyo no han parado de llegar. Ahora mismo está activa una campaña con el hashtag #justiciaparaSantiagoJaramillo, que busca que el caso siga presente y que no se repita este hecho.

No ha habido avances. Ni siquiera sabemos si hay alguna cámara que grabó. Queremos encontrar al sospechoso.

Ornella Zambrano, esposa de Jaramillo.

La CTE ahora dispuso a vigilantes en la zona, que no tiene la ciclovía completa. E insta a los ciclistas a evitar el sector, que es considerado vía rápida y, por ende, insegura.

Santiago Jaramillo junto con su esposa, Ornella Zambrano.
Santiago Jaramillo junto con su esposa, Ornella Zambrano.Cortesía

33 años de hombre e hijo, dos de esposo

Santiago Jaramillo era hijo único. Vivía con su padre y su esposa en Villaclub y entrenaba ciclismo casi a diario. El día de su muerte, el pasado 17 de agosto, salió de casa y le dijo a Ornella Zambrano, su compañera de vida, que volvería en una hora. Eran las 22:00.

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Una hora después, Ornella recibió la llamada de otro ciclista. Santiago estaba muerto a la entrada de la isla Mocolí, justo en el tramo donde se corta la ciclovía que montó el Municipio. Ella no lo sabía, pero en ese momento empezaría una batalla entre el dolor y la indignación y el miedo a la impunidad.

El auto embistió primero a Marco, su amigo, y luego, por huir, mató a mi esposo.

Ornella Zambrano, esposa de Santiago.

Santiago era ingeniero en marketing. Y emprendía en una agencia de marketing digital, haciendo oficina desde casa.  Esa casa que lo vio dos años casado con Ornella, la mujer de su vida, la mujer a la que todos los días le decía que la amaba y que hoy llora su ausencia y pelea porque su muerte no quede impune.

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Todos hablan de Santiago lo que su sonrisa amplia y sus ojos claros inmortalizaron en fotos. Pero es su esposa la que lo describe, como calcándolo: "Era una persona buena, carismática, amaba mucho a los animales, a sus padres, a mí... Siempre iba con una sonrisa en la cara. Nunca se veía negativo...". 

Ornella está al frente de esta lucha hoy. Ella lidera, con ayuda de amigos y familiares de Santiago, la campaña porque se resuelva su caso. Sus suegros, dice ella, no están en condiciones para dar declaraciones.

El temor a que la historia se repita

EXPRESO contó en su edición de este 24 de agosto el testimonio de Marco Caizapanta, el ciclista que sobrevivió en el accidente, al que el inoportuno conductor embistió primero, pero que pudo sobrevivir. 

En retrospectiva. Aún consternado por el fallecimiento del amigo que lo empujó al ciclismo, luego de conocerlo jugando Play Station en línea y de muchos asados de fin de semana, Marco sabe que debe hacer algo. Por ahora, desde su recuperación, usa sus redes como arma para exigir justicia.

No quiero que se repita esto. Le pido a las autoridades que sigamos vigilantes, que no quede en una estadística más, que dejen las ciclovías en buen estado, completas. Que resguarden al ciclista y al peatón.

Marco Caizapanta, sobreviviente.

La ciclovía de Samborondón está incompleta y ese es uno de los retos del Cabildo. La CTE dice que no puede poner agentes en cada cuadra. Ninguna de las entidades habla de soluciones integrales aún.