
Inundaciones en Guayaquil: en estas zonas se realizan obras previo a las lluvias
El Municipio de Guayaquil dio detalles de los trabajos que se realizan. Hay miedo que no finalicen a tiempo
Guayaquil se enfrenta nuevamente a la inminente llegada de la temporada de lluvias. Tras años de afectaciones críticas a la infraestructura, viviendas y, consecuentemente, a la economía urbana, el Municipio de Guayaquil ha puesto en marcha intervenciones de drenaje.
Trabajos que se realizan en Guayaquil
Históricamente, la avenida Gustavo Noboa Bejarano, conocida como Rosavin, ha sido sinónimo de caos durante el invierno, paralizando el tránsito vehicular y la movilidad de miles de residentes.
Para mitigar esta vulnerabilidad, la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (EMAPAG EP), a través de la concesionaria Interagua, invierte más de USD 530.000 en dos frentes de obra cruciales.
Estos trabajos buscan beneficiar directamente a 19.000 habitantes de sectores como Mi Lote y urbanizaciones aledañas (Villa Bonita), además de garantizar la operatividad del sector industrial y comercial ubicado en este eje estratégico que conecta con la Vía a Daule.
Las intervenciones se articulan dentro de la tercera fase del denominado “Plan Choque”, un esfuerzo global de $7.5 millones destinado a la prevención de inundaciones. Sin embargo, la atención se centra en el detalle de las obras de Rosavin:
Por otra parte, en el kilómetro 15 de la vía a Daule se está reemplazando una tubería de drenaje de 900 mm por un robusto ducto cajón de hormigón, con unas dimensiones de 3 metros de ancho por 2 metros de alto. Esta obra, con una inversión de $192.000, ha sido acelerada y se prevé su entrega para la quincena de noviembre de este año.
Mientras tanto en Bonavila se trabaja en el colector. Esta es la segunda obra, y la de mayor inversión económica ($340.000), consiste en la construcción de un nuevo colector de aguas lluvias en el ingreso a Mi Lote, dentro de la ciudadela Bonavila. Si bien el proyecto incluye la instalación de nuevos sumideros dobles y un sedimentador, su plazo de ejecución se extiende hasta finales de enero de 2026.

El temor de la ciudadanía
La ciudadanía teme que los trabajos no logren finalizarse a tiempo y lleguen las lluvias y con ellos las afectaciones. Guayaquil típicamente comienza a sentir los efectos de la estación lluviosa entre diciembre y enero.
La entrega de un colector pluvial vital a finales de enero de 2026 significa que una parte considerable de la temporada invernal ya habrá transcurrido, dejando a miles de ciudadanos y comercios en riesgo durante el periodo de mayor precipitación.
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