
Infraestructura crítica y normas sismo resistentes: lo que Ecuador debe priorizar
Experto colombiano explica la necesidad de priorizar infraestructuras críticas mediante evaluaciones técnicas
El doctor Omar Darío Cardona Arboleda, reconocido experto internacional en sismo resistencia, amenazas sísmicas, gestión integral del riesgo y políticas de seguridad estructural, visitó Ecuador para fortalecer el diálogo técnico entre instituciones públicas, privadas y universitarias.
Docente del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, Cardona es considerado una autoridad global en reducción del riesgo de desastres. Su presencia en el país busca compartir la experiencia colombiana y promover una visión moderna: los desastres no son fenómenos naturales, sino fallas humanas y de gestión.
Eventos que marcaron a América Latina en gestión de riesgos
Cardona, que se presentó en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), recordó que hace 40 años, el 13 de noviembre de 1985, dos tragedias marcaron a América Latina: la erupción del Nevado del Ruiz, que sepultó Armero, y el terremoto de México del mismo año. Estos eventos originaron el Decenio Internacional para la Reducción de Desastres impulsado por Naciones Unidas, y cambiaron para siempre la forma en que los países de la región entienden la gestión del riesgo.
“Desde entonces, los desastres dejaron de verse como infortunios. Pasaron a ser una responsabilidad institucional y política”, explica el experto a EXPRESO. Ecuador, señala, siguió ese mismo proceso hasta consolidar su actual Secretaría de Gestión de Riesgos.
Aunque los fenómenos naturales no pueden evitarse, Cardona enfatiza que sus consecuencias sí pueden ser controladas. La clave está en anticiparse. Y para eso, la gestión del riesgo requiere tres pilares misionales: conocimiento, reducción y manejo del desastre. “Lo que no es dimensionado, no puede ser administrado”, afirma. Por ello, la primera tarea es medir amenazas, exposición y vulnerabilidad, física, económica y social, desde un enfoque interdisciplinario. Luego viene la reducción del riesgo: reforzar estructuras, planificar el territorio, actualizar normas y priorizar edificaciones críticas. Finalmente está el manejo del desastre, respuesta, rehabilitación y recuperación, pero evitando “reconstruir la misma vulnerabilidad que llevó al desastre”.

Contexto nacional: Se debe mejorar normas sismo resistentes
Sobre el terremoto de Ecuador del 16 de abril de 2016, Cardona aclara que muchas fallas estructurales ocurrieron porque las edificaciones fueron construidas antes de la existencia de normas sismo resistentes modernas o bajo conocimientos científicos ya superados. “Debemos empezar por hospitales, escuelas, universidades, espacios donde se concentra gran cantidad de personas. Esa es la verdadera prevención de futuros desastres”, enfatiza.
El rol de la academia es indispensable en este proceso. Para Cardona, las universidades deben ser el centro donde se reflexiona y aplica ciencia para anticiparse al riesgo. Y esto no puede limitarse a ingenieros o especialistas técnicos. “Todas las áreas, economía, ciencias sociales, finanzas, salud, humanidades, deben incorporar la gestión del riesgo como un enfoque transversal. El riesgo del futuro depende de la formación de los profesionales de hoy”.