
Malecón 3000: Municipio de Guayaquil detiene expropiaciones por el Parque Samanes
El Municipio dejó sin efecto las expropiaciones tras la negativa del plan ambiental por parte de Ambiente
El proyecto Malecón 3000 —promocionado como la futura transformación del borde del río Daule en el norte de Guayaquil— entra en una pausa forzada. El Municipio decidió frenar las expropiaciones previstas en el sector de Samanes, luego de que el Ministerio de Ambiente negara el plan ambiental que se necesitaba para intervenir el área protegida.
Con esa negativa, el Cabildo se vio obligado a revertir las notificaciones dirigidas a los dueños de los predios privados donde se planeaba completar el trazado del nuevo paseo ribereño. Sin ese aval ambiental, la declaratoria de utilidad pública para adquirir los lotes no tiene validez.
Un diseño listo, pero sin vía libre
La administración municipal, como ha venido publicando EXPRESO, insiste en que el proyecto no está descartado. El alcalde Aquiles Alvarez ha reiterado públicamente que la planificación técnica ya fue concluida y que el diseño del Malecón 3000 está “cerrado y terminado”. Lo único suspendido es el proceso de adquisición de tierras, un paso clave para materializar los tres kilómetros de obra proyectados en paralelo a la autopista Narcisa de Jesús.
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De acuerdo con el Municipio, la mayor parte de los terrenos donde se asentaría el malecón son de propiedad municipal, pero se requería incorporar una pequeña fracción adicional mediante expropiación. Ese proceso quedó congelado mientras Ambiente mantenga su negativa.
El escenario se complica por el nuevo reparto de responsabilidades sobre el Parque Samanes. Un convenio firmado en septiembre pasado entregó al Ministerio de Ambiente el control de la mayor parte del Área Nacional de Recreación: 632 hectáreas consideradas sensibles por su valor ecológico. El Municipio, por su parte, conserva únicamente las 87 hectáreas que hoy están abiertas al público.
Bajo esa nueva distribución, Ambiente anunció que impulsaría planes de recuperación del bosque seco tropical y proyectos de restauración ecológica, enfoques que chocan con obras de infraestructura pesada en zonas no abiertas a visitantes.
Un parque con problemas acumulados
Mientras las instituciones discuten competencias y permisos, el interior de Samanes continúa mostrando signos de deterioro. Zonas cerradas desde hace más de dos décadas mantienen contaminación, presencia de basura y remanentes de incendios, según recorridos recientes. La reapertura total, ofrecida repetidamente por distintas administraciones, sigue sin fecha.

En paralelo al freno del Malecón 3000 y tras una serie de denuncias ciudadanas, el Municipio avanza con otro frente: la modernización del sistema eléctrico del parque. Parques EP ya inició el proceso de contratación para reemplazar y tecnificar toda la iluminación con una inversión superior a los 2 millones de dólares, en un parque donde el 40% de las luminarias no funciona y las fallas eléctricas se han vuelto recurrentes.
Aunque el plan de luminarias genera expectativa, todavía no se ha anunciado un cronograma de ejecución.
Por ahora, el Malecón 3000 depende de una decisión externa, han asegurado las autoridades. La Alcaldía sostiene que la obra sigue siendo prioridad y que retomará el proceso apenas Ambiente otorgue los permisos ambientales. Hasta entonces, el diseño quedará archivado y el futuro del borde norte del Daule seguirá en pausa.
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Para la ciudadanía, resulta urgente que se analice qué pasará con Samanes. "Este es uno de los poquísimos pulmones que tiene la ciudad, y hay áreas que no están bien conservadas. Este parque es maravilloso, pero necesita intervención. La idea del malecón 3000 me entusiasmaba. Siempre vamos a necesitas más áreas verdes en la ciudad, siempre. Ojalá y se llegue a un acuerdo. Que lo que sea que se haga, si se hace, esté bien planificado y sea en pro de la ciudad", señaló Fernanda Cornejo, residente de Samanes.
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