
Aquiles Álvarez: Malecón 3000 está diseñado, pero el Gobierno frena su ejecución
El alcalde de Guayaquil explicó que la falta de licencia ambiental impidió expropiar los terrenos en Samanes
El proyecto de infraestructura en el norte de Guayaquil no ha sido descartado por el Cabildo, aunque su ejecución enfrenta una pausa obligada. El alcalde Aquiles Álvarez reaccionó este 19 de noviembre a la publicación de EXPRESO, aclarando que si bien se dejaron sin efecto las resoluciones de expropiación para el Malecón 3000, el diseño está finalizado y la obra sigue en pie a la espera de los permisos gubernamentales.
¿Qué pasará con el proyecto Malecón 3000?
La obra, planificada para desarrollarse en el Área Nacional de Recreación Los Samanes, se mantiene como una prioridad municipal, según la versión oficial. En su enlace radial de este miércoles, Álvarez enfatizó que el Municipio ha cumplido con su parte técnica. "Nosotros terminamos el proyecto, iniciamos los estudios y está totalmente diseñado", sostuvo el burgomaestre, saliendo al paso de las interpretaciones sobre una cancelación definitiva de la obra.
El obstáculo, según la autoridad local, radica en la falta de aprobación del plan de manejo ambiental por parte del Ministerio del Ambiente y Energía (MAE). El alcalde señaló que la cartera de Estado negó los permisos después de haber otorgado una factibilidad inicial, lo que ha generado un estancamiento administrativo que impide el avance de la construcción en el corto plazo.
La resolución municipal que dejó sin efecto el proceso —revelada por este Diario— obedece a un tecnicismo legal derivado del bloqueo ambiental. El Malecón 3000 contempla una extensión de tres kilómetros cruzando la autopista Narcisa de Jesús. "El 90 % de esos tres kilómetros es del Municipio, pero para completar el tramo había que expropiar tres terrenos", explicó Álvarez.
Al no contar con la licencia ambiental vigente, el Cabildo no tiene el sustento legal para proceder con la declaratoria de utilidad pública y posesión de esos predios privados. "La expropiación, por esta negación del Ministerio de Ambiente, quedó sin efecto", puntualizó el alcalde, aclarando que lo que se "retrotrajo" fue la adquisición de los lotes, no la visión urbanística del proyecto.
La situación del Malecón 3000 es un nuevo capítulo en la tensión administrativa entre el Gobierno Central y el Municipio de Guayaquil. La postura de la Alcaldía es de espera estratégica. "Para nosotros el proyecto sigue hasta que entiendan que es lo mejor para Guayaquil", sentenció Álvarez, aludiendo a un posible cambio de postura en las autoridades ambientales o a una futura aprobación que permita reactivar los trámites de suelo.
Por el momento, la "ciudadanía verde" y los espacios de esparcimiento prometidos en la zona norte deberán esperar, mientras la documentación técnica y los diseños permanecen archivados hasta que se destrabe el conflicto de competencias.