Aquiles Álvarez
El alcalde Aquiles Álvarez durante la sesión solemne por los 490 años de Guayaquil, donde pronunció un discurso cargado de críticas al Gobierno.Carlos Klinger

Las frases más polémicas del discurso de Aquiles Álvarez en la sesión por Guayaquil

No se guardó nada: cuestionó al Gobierno, denunció persecución y definió a Guayaquil como una ciudad que no se arrodilla

El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, convirtió la sesión solemne por los 490 años de fundación de la ciudad en un escenario político de alto voltaje. Su discurso, cargado de denuncias, críticas al Gobierno central y una defensa férrea de su gestión, dejó frases que encienden el debate.

Desde reclamos por los 5.000 despidos de funcionarios públicos ejecutados por el Ejecutivo el 24 de julio, hasta afirmaciones sobre su situación personal y la resistencia histórica de Guayaquil, Álvarez no esquivó los temas sensibles y utilizó un tono confrontativo.

Sobre los despidos masivos

  • "Despedir a 5.000 trabajadores en un solo día, en el mismo día. Hablar de evaluar a 453.000 empleados públicos en base a parámetros discrecionales. En Ecuador se le exige a los médicos, enfermeros, profesores, el cumplimiento de metas institucionales. ¿Pero dónde? En hospitales sin medicina y en escuelas con pisos de tierra”. 

El alcalde se refirió directamente al recorte anunciado por el presidente Daniel Noboa un día antes, calificándolo como una medida arbitraria y dolorosa para miles de familias.

Contra la persecución política

  • “Nunca, nunca me imaginé que me convertiría en el objetivo principal de una auténtica maquinaria para aniquilar a todo aquel que disiente, a todo aquel que piensa distinto y que sí hace obra”.

Con esta frase, Álvarez denunció una supuesta persecución en su contra por parte del poder político nacional.

Defensa de su familia en medio del conflicto

  • “Hoy, mientras mi familia sufre por mi gravísimo pecado de haber decidido abandonar una vida tranquila y cómoda para sumar a la resistencia a cientos de miles... Les debo confesar que tengo momentos en que lamento causarle tanta preocupación a mis seres queridos... pero creo que mi abuelo, mi padre y mis ancestros... son testigos de un trabajo incansable... esta urbe maravillosa... que se niega a sucumbir ante los déspotas”.

El alcalde aludió al impacto emocional que ha tenido en su entorno familiar su decisión de mantenerse en la política.

Golpe al centralismo y reclamo por la paralización de obras

  • "No sólo que no hacen una sola obra para beneficiar a nadie, que no sea de su argolla, sino que además boicotean todo proyecto urbanístico respetuoso del medio ambiente, que generará miles de plazas de trabajo, mejorará la plusvalía de miles de viviendas y solucionará un gravísimo problema vial que se va a empeorar con el pasar del tiempo... Sepan también que ni el centralismo de ayer ni el de hoy podrán quebrar lo que Guayaquil ha decidido defender. ¡Nunca lo podrán quebrar! 
  • Lo que Guayaquil genera es cuatro veces más de lo que recibe. Cuatro veces más. Asignaciones que hoy recibimos en un porcentaje, con papeles y con descuentos".

Un Guayaquil que no se calla

  • “No podemos olvidar que los que ahora dicen amar la ciudad, no solo que la dejaron abandonada, seguían buscando modos de saquearla, con contratos millonarios para comprar aspectos absolutamente innecesarios, y por supuesto, algunos terrenos vacíos expropiados en Chongón”.
  • “Guayaquil no nació para callar, eso es lo que no entienden. Guayaquil nació, ya saben con qué, para liderar y gritar y luchar.”

Guayaquil es resistencia

  • “Guayaquil es independencia, Guayaquil es libertad y Guayaquil es resistencia. ¡Que viva Guayaquil! ¡Que viva!”.

El cierre de su discurso fue una arenga que buscó emocionar y posicionar a la ciudad como símbolo de lucha frente a los poderes establecidos. Las palabras en su totalidad fueron una mezcla de balance de gestión, denuncia política y exaltación del espíritu guayaquileño que, según él, “no se arrodilla ante nadie”.

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