
Feriado en Guayaquil: ¿celebrar o quedarse en casa por miedo a la inseguridad?
Entre la alegría de las fiestas y el temor por la inseguridad, los guayaquileños enfrentan el feriado con emociones divididas
Guayaquil comienza a vestirse de fiesta. Las tarimas se levantan, los preparativos avanzan y la ciudad vibra al ritmo de sus tradicionales Fiestas Julianas. Sin embargo, la emoción por el feriado que se extenderá del 25 al 27 de julio no borra una realidad que persiste en el ambiente: el temor por la inseguridad.
Mientras los conciertos, ferias gastronómicas y eventos culturales se anuncian en distintos puntos de la ciudad, en las calles se percibe una mezcla de entusiasmo y recelo. Para muchos, este feriado no solo moviliza planes familiares y turísticos, sino también dudas sobre cómo y dónde celebrar.
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¿Salir o quedarse? Las voces de la ciudadanía
Durante un recorrido por distintos sectores de la ciudad, EXPRESO conversó con ciudadanos que compartieron sus inquietudes, planes y emociones respecto al feriado juliano.
Cristóbal Toledo, por ejemplo, se mostró optimista frente al panorama: “Hay que salir con precaución, pero estamos mejorando. Hay que tener fe en el gobierno”, expresó. Su intención para este feriado: disfrutar de la playa en compañía de amigos y familia.
En contraste, Somara, una trabajadora informal que vende caramelos, expuso con serenidad su preocupación: “Tengo bastante miedo, pero tengo que salir a trabajar para mantenerme”. Aunque no tiene espacio para el descanso o el esparcimiento, encuentra alegría en observar a otros disfrutar: “Me encanta verlos unidos, hasta en la comida”.

Un feriado que revela realidades
Las opiniones recogidas reflejan el contraste emocional con el que muchos guayaquileños enfrentan el descanso juliano. Algunos se adaptan y buscan espacios controlados para compartir, otros optan por mantener su rutina laboral. La inseguridad sigue siendo una variable presente, pero también lo es el deseo de recuperar los espacios públicos.
En medio de esta dualidad, surge una voluntad clara: celebrar, resistir y reconectar con la ciudad. Para muchos, las Fiestas Julianas no son solo una conmemoración histórica, sino una oportunidad para reafirmar el vínculo comunitario, apoyar al talento local y, desde la cotidianidad, resistir con alegría.
“Ver a otros unidos” —como dijo Somara— también se convierte en una forma de festejar.

Resistencia y esperanza: el verdadero espíritu juliano
Este feriado revela más que una agenda de eventos. Muestra el pulso emocional de una ciudad que camina entre la incertidumbre y la esperanza, entre el deseo de disfrutar y el instinto de protegerse.
Marlon, otro ciudadano que observaba desde la acera los preparativos de un evento musical, lo resumió en una frase sencilla: “Sí hay miedo por la inseguridad, pero ver la tarima me anima”.