Estimulación temprana
La estimulación temprana ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades.Amelia Andrade / EXPRESO

La estimulación temprana se practica sin salir del aula

La Universidad Laica inauguró un espacio en sus instalaciones para beneficiar a quienes se forman como docentes. Otras entidades brindan sus opciones

Los muñecos de plásticos y juguetes artesanales con los que Érika Bedoya ponía en práctica lo aprendido en la asignatura de Atención Temprana, han quedado en el pasado. Ahora, ella cuenta con elementos reales y los instrumentos necesarios para su formación académica.

Érika estudia el segundo semestre de la carrera de Educación Inicial, en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, institución que el semestre pasado abrió, en sus propias instalaciones, una sala de estimulación temprana para que los futuros profesionales experimenten todo lo aprendido en el aula, sin buscar sitios alejados a su entorno de aprendizaje.

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En este lugar desarrollan actividades de estimulación temprana para favorecer el óptimo desarrollo de las capacidades cognitivas, físicas y psíquicas de los niños de 0 a 6 años. Estas están enfocadas en cuatro áreas: sensorial, motriz, psicoafectiva y de lenguaje.

La importancia de combinar la parte teórica con la práctica dio como resultado este salón donde nuestros estudiantes ayudan a desarrollar la inteligencia de los niños.
Georgina Hinojosa
decana de la Facultad de Educación

Para hacerlo se valen de niños reales, que los propios estudiantes llevan a la universidad a la hora de sus prácticas.

“Antes lo hacíamos con muñecos de plásticos y no podíamos experimentar esa sensación real que nos permite hacerlo con seres humanos”, dice Érika, mientras le quita los zapatos a un niño de dos años para que camine sobre un césped sintético. Esta actividad sensorial permite que el menor vaya diferenciando las texturas y desarrolle la motricidad fina.

“El niño comprende, relaciona y se adapta a nuevas situaciones, haciendo uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea”, manifiesta Georgina Hinojosa, decana de la Facultad de Educación, que ofrece las carreras de Educación Inicial y Psicopedagogía.

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Junto a ella está Rosa Chávez, otra estudiante de Educación Inicial, quien ayuda a un niño a caminar sobre una barra de equilibrio que le permite desarrollar su coordinación motora. “Así como los niños van aprendiendo a moverse y tomar contacto con el mundo, nosotras como estudiantes vamos aprendiendo cómo desarrollar mejor aquellas tareas que formarán parte de nuestra vida profesional”, indica.

Estimulación temprana
A través de la barra de equilibrio se le enseña al niño a desarrollar su coordinación motora.Amelia Andrade / EXPRESO

El trabajo que realizan las estudiantes es supervisado por Carmen Gualoto, profesora de la asignatura, quien se encarga de impartirles las directrices necesarias para un mejor desenvolvimiento. También están los padres de los niños, quienes se encargarán de replicar, en sus casas, los ejercicios realizados en el salón.

Dayana Vásconez, alumna de la carrera, dice estar complacida con este nuevo espacio que sirve no solo de laboratorio, sino como una práctica de fortalecimiento y consolidación de la formación que brinda la universidad a los estudiantes en su vinculación con la sociedad. “Lo importante de eso, es que no tenemos que salir de la institución para desarrollar un trabajo de aula, ya que podemos realizarlo en nuestro propio campus”, recalca.

La sala de estimulación también cuenta con un área de lenguaje que está referida a las habilidades que le permitirán al niño comunicarse con su entorno;mientras que el área socioafectiva incluye las experiencias afectivas y la socialización del menor, que le permitirá sentirse querido y seguro.

Este salón nos permite poner en practicar de manera real, nuestro campo de conocimiento. Quién quita si en un futuro cercano, nosotros podamos instalar nuestro propio centro.
Irene Chipantiza
estudiante de la Universidad Laica

El próximo paso, dice la decana de la facultad, es abrir un centro de estimulación temprana que brinde servicio a la comunidad; es decir, donde los estudiantes de las dos carreras puedan ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades e inteligencia, como parte de su preparación profesional. “La idea está planteada;se están gestionando los recursos para que sea realidad”, anotó.

Otras universidades que forman docentes, en diferentes niveles, también cuentan con áreas para que sus estudiantes pongan en práctica el trabajo áulico. Pero estos espacios están fuera de sus campus.