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Espacio. Los dos vestidores se encuentran junto a los baños.Freddy Rodriguez

Dos vestidores en Varadero costaron más de $ 99 mil

Ya existían dos baños y una infraestructura en el balneario. La obra fue contratada por la Fundación Siglo XXI

Varadero es un balneario ubicado a 115 kilómetros de la zona urbana de Guayaquil, en el kilómetro 17 de la vía a General Villamil Playas, en Data de Posorja. Hasta antes de pandemia, el Municipio promocionaba esta zona como un lugar turístico “con una gran infraestructura al servicio de los turistas”.

Esa “gran infraestructura” comprendía entonces un patio de comida, áreas verdes, camineras, baterías sanitarias, con duchas y vestidores, pérgola y rampas de acceso a la playa; además de un área de parqueo para vehículos y buses.

La novedad, este 2021, es que a playa Varadero le agregaron dos vestidores, uno de hombre y otro de mujer, en una estructura ya existente, en la parte baja del mirador, a un costo de $ 88.781,76, que con el IVA alcanza los $ 99.435,57.

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La obra, subida al portal en septiembre de 2020, se construyó luego de la aprobación de un contrato de la Fundación Siglo XXI, investigada por presunto peculado.

Xavier Álvarez, gerente de la Fundación Guayaquil Siglo XXI, argumentó a EXPRESO que esta construcción se integra al “proyecto turístico” y que obedeció al incremento de la demanda de turistas. En su respuesta aseguró que se utilizaron materiales de la zona y que la obra tiene un avance de casi el 90 %. Su inauguración está prevista en los próximos días.

El funcionario detalló que los valores incluyen mano de obra y aún está pendiente por liquidar $ 5.215, una vez que la obra sea entregada al 100 %.

El beneficiario del contrato, Simón Teodoro Jalca Quimís, con número de RUC 0918137480001, no especificó cuántos trabajadores participaron. Este Diario lo contactó a través del correo electrónico que consta en el contrato, porque el número telefónico que está registrado no existe.

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Los dos vestidores, uno femenino y otro masculino, se encuentran junto a los baños que ya tenía Varadero. Estos cuentan, además, con cuatro duchas.Freddy Rodriguez

Aunque se trata de un contrato de menor cuantía, las críticas a esta obra no se hicieron esperar. Fernando Alburquerque, líder comunitario del Movimiento Acción Social y quien impulsa junto a otras organizaciones una consulta popular que pide, entre otros puntos, priorizar el presupuesto municipal, dice, por ejemplo, que este gasto es absolutamente innecesario, cuando hay prioridades que atender de forma urgente.

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“Son 88 mil dólares. Eso puede costar una o dos casas de una familia de clase media baja, por ejemplo. Este contrato deja en duda la planificación adecuada de la inversión de los fondos de la ciudad”, explica.

Igual piensa Víctor Peña, morador de la zona norte de Guayaquil, quien reprocha este tipo de inversiones cuando la ciudad tiene muchas necesidades. “La alcaldesa Cynthia Viteri tiene desatendida la ciudad. Parece no escuchar que las calles siguen con baches, sobre todo en el sector sur”, señala.

El contrato de los vestidores estipula un total de 116 ítems en los que se desglosan las diferentes inversiones (ver infografía). Constan, por ejemplo, 4.871 kilogramos de acero de refuerzo en barras con una inversión total de $ 10.618 y cuyo precio unitario es de $ 2,10.

De acuerdo a un sondeo realizado en el sector constructor, este rubro se cotiza en el mercado a no más de $ 1,25 el kilogramo. Eso sin mano de obra incluida, especificaron miembros del gremio que prefirieron no hacer público su nombre, por desconocer las justificaciones presentadas por el contratista y la autoridad.

Esto no es solo de bañarse, sino de ver actividades adicionales y que la comunidad esté incluida.

Allyson Alemán, guía turística

Varadero se encuentra a solo hora y media de viaje desde Guayaquil y constituye uno de los principales lugares turísticos del cantón, su infraestructura turística, sin embargo, deja mucho que desear.

Para llegar a la playa hay dos accesos, pero tanto turistas y foráneos se chocan con una realidad no tan lejana a la que sobrelleva el Puerto Principal: los baches. En el primer ingreso (kilómetro 16 de la vía Playas-Posorja) está permitido el paso para los vehículos particulares, mientras que el segundo (vía a Data) pueden circular los buses y otros vehículos pesados. Las grietas son evidentes en varios tramos de la calzada.

Pese a que hay un estacionamiento, algunos automóviles se aparcan en zonas no permitidas. Un comerciante del sector lo argumenta: “Eso pasaba cuando en los feriados, antes de la pandemia, se llenaba y les tocaba estacionar donde sea. Lo mismo está pasando ahora”.

A unos metros está el área conocida como el mirador, que tiene en su superficie diferentes máquinas geriátricas, que actualmente no son utilizadas. Las piezas están cubiertas con plásticos y nadie en la zona sabe cuándo será el día que serán retirados y pueda regresar el deporte y recreación.

Si a Varadero hay que impulsarla con obras para reactivar el turismo, lo necesario es que se involucre a la comunidad. Así lo sostiene Allyson Alemán, experta en turismo y quien espera que la autoridad lo tenga en cuenta. “Hay más actividades y servicios que se pueden hacer para un mejoramiento continuo. ¿Qué se está haciendo para atraer al turista? ¿Cuáles son las actividades con la comunidad?”, cuestiona la también anfitriona de eventos, quien propone actividades como paseos en lanchas y avistamientos.

ReaperturaEl 24 de septiembre de 2020 el Municipio reabrió la playa. En ese entonces se colocaron 80 toldas en el área de playa y separadas a cuatro metros.

Los vestidores están en medio de dos baños que en Varadero ya existían. En estos espacios se observan pancartas con la lista de precios para su uso. Por ejemplo, la ducha cuesta 50 centavos y el sanitario 25.

Los nuevos vestidores, en cambio, tienen sus puertas cerradas y tampoco se conoce la fecha de su inauguración, afirmó a este rotativo un guardia de seguridad que custodia la zona turística, lo que fue confirmado por propietarios de los negocios gastronómicos.

El celador detalló, además, que los vestidores también tendrán cuatro duchas, elementos con los que contaban los otros baños.