
Un Guayaquil caminable y sin contaminación
A través de su propuesta, una pareja ideó espacios libres de contaminación sonora mediante la creación de áreas verdes y cierre de calles
Sergio Cortés, chileno (36), y Angélica Peralta, vinceña (30), son esposos, socios y apasionados de la arquitectura. Cuando se enteraron del concurso de Diario EXPRESO de inmediato discutieron el proyecto, lanzaron ideas sueltas y compararon a Guayaquil con ciudades de Chile y España, países donde residieron.
Dos semanas después empezaron a darle forma a su propuesta. Ambos vieron en el concurso Rescate de la Av. 9 de Octubre y casco central de Guayaquil la oportunidad de hacer algo más, y no quedarse solo en la parte privada para sus clientes, sino para todos los ciudadanos, demostrando con ideas que sí se puede cambiar para bien.

“Hemos vivido en otros países y disfrutamos de sus ciudades, de sus espacios libres, áreas verdes, y más que todo de la seguridad. Sentimos cariño por Guayaquil y quisimos poder plasmar eso en la propuesta”, explica Angélica, quien está a punto de culminar su PhD en habitabilidad.
La propuesta
Está basada en recuperar el centro de la urbe porteña mediante muchas áreas verdes y la peatonalización de varias calles. Volver a recuperar el tema del barrio, activar la economía y a su vez la seguridad, cambiando la iluminación. Aumentar vegetación para que así los niños jueguen tranquilos. Con ello también se busca redirigir ciertas calles y disminuir la contaminación, tanto del aire como la sonora.
Hemos vivido en otros países y disfrutamos de sus ciudades, de sus espacios libres, áreas verdes, y más que todo de la seguridad.
“No nos damos cuenta de que nos acostumbramos al ruido, pero si lo cambias por el sonido de la naturaleza o el trino de los pájaros, eso calma interiormente. Justamente aquí entra mi esposo, quien es el especialista en paisaje sonoro urbano”, explica Peralta.
Respecto a la arquitectura, es de la idea de que debe conservarse el estilo art déco, tradicional, que mantienen ciertos inmuebles en el centro de la ciudad. “Hay que preservarlo y saber justamente cómo conservarlo y potenciarlo para mejorarlo”, explica la profesional.
El premio que ganaron lo usarán para invertirlo en arquitectura, en su estudio y en ampliar sus conocimientos, como un medio para mejorar la ciudad.