El Liverpool hizo este domingo 5 de marzo su mejor partido de la temporada para destrozar al Manchester United con un sonrojante e histórico 7-0 y coger fuerzas para la recta final del curso, con el cotejo de vuelta de la Champions League a tiro y con una goleada que abre la puerta de la esperanza a un equipo que sueña con remontar al Real Madrid en Europa.

El resultado cosechado en Anfield, ante el mejor Manchester United del último lustro, rememoró al Liverpool de Jürgen Klopp más auténtico y salvaje, fundamentado en la figura de Cody Gakpo, Mohamed Salah y Darwin Núñez, con un doblete cada uno.

Los Reds, que están a tres puntos de la cuarta plaza con un partido menos, están arreglando su temporada con cuatro victorias en sus últimos cinco duelos de Champions League. 

Esta goleada, en el Clásico de Inglaterra, sirve además para rebajar un par de grados el imposible que parece levantar el 2-5 ante el Real Madrid en la Champions. Anfield cree un poco más después de lo visto ante el United.

Porque el duelo que supuestamente iba a servir para equilibrar la desigualdad de los dos equipos en los últimos años, solo aumentó la ventaja del Liverpool, que aguantó los arreones iniciales del United para golpear primero y con más fuerza que nunca.

Bruno Fernandes y Marcus Rashford perdonaron frente a la puerta de Alisson, hasta que en el filo del descanso Andy Robertson rompió dos líneas con un pase milimétrico que encontró a Gakpo dentro del área. El holandés solo necesitó dos toques: el primero para deshacerse de Varane y enfilar portería y el segundo para ponerla en el palo largo de De Gea.

Con la ventaja, el Liverpool volvió a disfrutar de una de sus señas de identidad: los contraataques. A la carrera y viviendo en la transición, el Liverpool terminó por liquidar a unos Diablos Rojos completamente desdibujados.