Los más de cinco mil aficionados de Liga de Quito que el sábado 28 de octubre vivieron de cerca el título de la Copa Sudamericana conseguido por los albos regresaron con un recuerdo inolvidable.

Para emprender el viaje a Punta del Este, varios apelaron a diferir a cuotas con tarjeta de crédito el tour que iba desde los $ 1.800 en adelante o a buscar de forma independiente la manera de llegar bajando los costos de la aventura.

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Entre los aficionados que vivieron la nueva conquista de los universitarios estuvo Selena Reyes junto a su hermano Paúl y su enamorado Andrés Oña. Tras la victoria de la U en la semifinal de ida ante Defensa y Justicia, en Quito, se pusieron a planificar el desplazamiento hacia la gran final y cuando se confirmó que el equipo de sus amores lucharía por la corona se pusieron manos a la obra para cumplir con su sueño de viajar.

Encontraron vuelos por un valor de mil dólares, pero con largas escalas, por lo que su travesía hasta llegar a Uruguay les tomó tres días. En el avión, que tuvo una parada de 9 horas en Bogotá, llegaron a Buenos Aires, donde tomaron un buquebus hasta Montevideo, y de ahí en bus hacia Punta del Este.

El valor del pasaje aéreo lo difirieron con tarjeta de crédito y además llevaron 500 dólares para los gastos del viaje. “Valió la pena cada instante, es algo que nunca olvidaré. Me regresé feliz con la quinta estrella de mi equipo”, contó Selena, quien junto a sus compañeros de aventura llegó ayer en la madrugada a Quito para incorporarse a sus respectivos trabajos, de los que obtuvieron permisos para acompañar a la U.

La aficionada resaltó que en su primer desplazamiento acompañando a los azucenas cumplió el sueño de ver campeón al equipo del que se enamoró gracias a su hermano, cuando tenía 9 años y vivían en Santo Domingo de los Tsáchilas.

“De cuando ganó la Copa Libertadores y los siguientes títulos recuerdo muy poco, era muy pequeña. Ahora fue especial vivir la experiencia con la persona que me dio esa herencia de ser hincha de Liga. En el estadio nos abrazamos, lloramos y dijimos que todo el esfuerzo valió la pena”.

También enfatizó que tiene la suerte de contar con una pareja con la que “compartimos esa pasión por Liga de Quito y quedará en nuestros corazones este viaje con el campeonato”.

Ahora los aficionados que disfrutaron del título en Punta del Este, al igual que los que siguieron la final desde el país, se alistan para el miércoles 1 de noviembre alentar a los albos en el juego ante Universidad Católica, que esperan que sea el primer paso hacia el objetivo de ganar la segunda etapa de la LigaPro y de sumar una nueva corona del campeonato nacional local, algo que no ocurre desde 2018, cuando los universitarios sumaron la estrella número 11.

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