Llegar a las distintas etapas de la vida con una buena salud auditiva es el anhelo de toda persona. Poder escuchar las palabras de un ser querido, la música favorita y hasta la propia voz, sin dudas, es un privilegio.

Sin embargo, tanto el envejecimiento como la exposición crónica a los ruidos fuertes, así como el exceso de cerumen contribuyen a que disminuya la capacidad de oír adecuadamente, dice Ignacio Pacheco, otorrinolaringólogo del Centro Médico Gilbert.

Más de 1.500 millones de personas en el mundo experimentan algún grado de pérdida auditiva, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, organismo que cita a la contaminación acústica en la calle y especialmente en el lugar de trabajo (industria, construcción, herramientas eléctricas), así como el uso de audífonos y aparatos electrónicos a volúmenes demasiado altos.

Y aunque la mayoría de los tipos de pérdida auditiva son irreversibles, es prioritario saber que puedes tomar algunas medidas a tiempo para evitar que se agrave esta condición", dice Érika Martí, audio protesista.

¿Cómo prevenir?

• Solicita un chequeo auditivo. Una revisión de los oídos permite diagnosticar de forma temprana la pérdida auditiva. Y así frenar su avance a tiempo y encontrar soluciones para mejorarla.

• Evita la contaminación acústica: Un volumen moderado de 1 a 3 es ideal, hacer uso de aparatos electrónicos a decibeles muy altos a largo plazo, va a contribuir al deterioro temprano de la capacidad de oir.

• Protege tus oídos: Es importante evitar la exposición a ruidos excesivos, ya sea en la calle o en el lugar de trabajo. Para ello, se puede optar por el uso de protectores auditivos.

• Cuidado con la limpieza: No hurgue tus oídos ni con cotonetes, vinchas, uñas, llaves, plumas u otros objetos.

La limpieza del oído debe limitarse solo al aseo de la oreja. Para esto necesitas de agua y jabón, cuidando de que no ingrese agua al conducto auditivo externo. Secar con una toalla hasta donde el dedo índice logre llegar.

• Mantener un estilo de vida saludable: una alimentación equilibrada permite reforzar las defensas del sistema auditivo. Incluye en tu dieta frutas y verduras que tienen altos porcentajes de vitaminas y nutrientes. En algunos casos, la dieta puede ser determinante para prevenir el riesgo de pérdida auditiva o evitar el progreso de varias enfermedades.

Soluciones

A veces, la capacidad de oír puede estar obstaculizada por la cantidad de cerumen, que si no se elimina de forma eficaz, puede acumularse y bloquear el canal auditivo. Esto se soluciona con una limpieza que siempre debe ser realizada por un profesional, dice el doctor Pacheco.

Y, en caso de que la culpable del daño auditivo (hipoacusia) sea una infección, lo adecuado es prescribir antibióticos y antiinflamatorio para su recuperación.

Otra solución radica en el uso de audífonos. "El oído como cualquier otra parte del cuerpo requiere de estimulación y ejercicio. Si el estímulo desaparece, la pérdida auditiva empeora y la comprensión del habla también empieza a deteriorarse. Los audífonos mantienen activos estos estímulos y mejoran la calidad de vida de los usuarios que pueden oír de nuevo los sonidos de la vida", dice Érika Martí, audio protesista de GAES.

La tecnología en audífonos ha avanzado de tal manera que es posible encontrar uno con el que el paciente se sienta muy cómodo y sobre todo, le permita escuchar a los demás. "Algunas compañías promueven el uso de dispositivos recargables, que reducen y eliminan el uso de baterías, lo que implica un beneficio directo para el medio ambiente al prescindir de materiales contaminantes", refiere Martí.

Recuerda...

• No usar audífonos en ambientes de mucho ruido porque tiende a aumentar el volumen de lo que se escucha. - Utilizar un volumen adecuado, que no sea superior al de la calle.

• Opta por utilizar aquellos modelos de auriculares que aíslan el ruido externo, así disminuirá la cantidad de ruido.

• Por cada 45 minutos que uses los audífonos, descansa 15 minutos sin ellos.

• El daño auditivo puede ser causado por equipos de jardinería, herramientas eléctricas, conciertos, eventos deportivos, fuegos artificiales y armas de fuego. Una sola exposición al ruido excesivo puede también causar pérdida auditiva permanente, según los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades).