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Padres ausentes
El apoyo, amor comprensión y buen ejemplo son prioritarios.Shutterstock

Padres presentes pero... ausentes emocionalmente

No solamente basta con proveer a los niños de artículos materiales. Es indispensable fomentar los lazos de amor y confianza. 

Describir el dolor de un niño cuando uno de sus padres debe abandonarlo a causa del divorcio es muy complicado. Y lo es más cuando, a pesar del pequeño convivir con ellos, los siente ausentes emocionalmente, “porque no han logrado desarrollar un lazo afectivo con sus hijos”, explica la psicóloga clínica Jasmín Lama.

Este es un problema que se detecta con frecuencia en las terapias familiares y aunque las razones de este comportamiento son diversas, una que predomina está relacionada con la crianza. “El padre o la madre creció en un ambiente familiar en el que hubo poco apego emocional y por eso les parece normal actuar de esa manera. No es porque no quieran a sus hijos, sino que se les dificulta ser expresivos”, enfatiza la psicóloga clínica Melannie Cabrera. 

Otros motivos

  • Trabajo excesivo. Hay padres que desean compartir más tiempo con sus hijos, pero la carga laboral se los impide porque suelen llevar el estrés y las tareas a casa. “También hay quienes consideran que deben trabajar todo el día para proveer a los niños de artículos materiales, y dejan a un lado el vínculo emocional”, dice Cabrera.
  • Mala relación con la pareja. Si las peleas son constantes entre ellos, la comunicación con los hijos puede verse afectada, más aún cuando los pequeños están presentes durante las discusiones.
  • Hijos no deseados. Esto puede ocasionar que uno de los padres nunca llegue a querer tener una conexión profunda con ellos.
  • Delegación de responsabilidades. Hay quienes sienten que los niños son responsabilidad solo de la madre (o el padre). Están presentes, pero no intervienen en la crianza. No hablan con ellos, tampoco comparten momentos, y no tienen idea de cómo les va en su vida.
  • Dificultad para comunicarse. Evitan implicarse emocionalmente, expresar afecto y gestionar las emociones.
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Qué hacer

El rol de los padres es fundamental en el desarrollo del niño, por eso es necesario la presencia y disponibilidad del adulto para que los infantes se desarrollen de una manera adecuada, y aprendan a conocer y a regular sus emociones. El apoyo, amor comprensión y buen ejemplo son prioritarios.

El primer paso consiste en reconocer que usted está actuando inadecuadamente, después, poco a poco, comience a participar, junto a su hijo, de pequeñas actividades, con el fin de crear un ambiente en el que ambos se sientan relajados.

Dedique unos minutos al día para hablar de temas que a ambos les gusten y antes de irse a dormir pregúntele cómo le fue en sus clases. Quizás en los primeros intentos, puede sentirse incómodo, mas no pierda el ánimo y demuestre interés genuino por lo que le ocurre al menor.

Padre e hijo
Es necesario compartir tiempo en familia.freepik

Si sus hijos ya son adolescentes, puede conversar más abiertamente con ellos y explicarles que aunque en el pasado ha sido un padre ausente por diversas razones, ahora desea resarcir sus faltas y dedicarles más tiempo, sin invadir su espacio personal.

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Si se le dificulta acercarse emocionalmente a su hijo o fomentar un ambiente de confianza, ambas expertas recomiendan buscar asesoramiento psicológico. Recuerde: la clave es el amor y crear, de forma lenta pero segura, los cimientos de una relación familiar sana.

Los riesgos

La psicóloga Lama recalca que cuando este comportamiento ocurre de forma perenne, se puede perjudicar el lazo afectivo de forma permanente y generar en los niños otras consecuencias a corto y a largo plazo, por ejemplo: desconfianza, estar a la defensiva todo el tiempo, hostilidad, inseguridad o desapego en futuras relaciones con sus parejas, amistades y familiares. También hay riesgo de dependencia emocional porque se vuelven incapaces de cortar con ciertos vínculos dañinos, pero para no sentir abandono o miedo a la soledad se quedan atados a ellos”, dice la experta.