
Maquillaje después de los 50: trucos para lucir fresca y natural
Descubra cómo lograr un maquillaje fresco y favorecedor que ilumine su rostro sin marcar las líneas de expresión.
Después de los 50 y tantos años, la piel cuenta nuevas historias… y el maquillaje debe adaptarse a ellas. Con líneas de expresión más visibles, algunas manchas y una textura distinta a la de años atrás, la belleza sigue brillando; solo que ahora se realza mejor con un maquillaje ligero y natural, donde la clave es: “menos es más”. Así lo afirma la maquilladora Melissa Franco, quien recuerda que en pieles maduras lo importante es que “la persona esté cómoda y no se sienta disfrazada con un look sobrecargado que marque las arrugas o endurezca los rasgos”. A continuación, la experta da sus mejores tips para elegir productos adecuados que armonicen con la piel y el cabello, incluidas las canas.
1. Así debe ser la preparación de la piel
Antes de elegir las sombras o el labial, la prioridad es el cuidado facial: un maquillaje en piel madura solo lucirá bien si la piel está hidratada y saludable. “Es fundamental aplicar crema y sérum hidratante antes de maquillar, siempre de acuerdo al tipo de piel”, aconseja Franco. Este paso no solo suaviza visualmente las líneas, sino que también ayuda a que el maquillaje se aplique mejor y dure más.
2. Qué tipo de base y productos debe usar en la piel
La base ideal es ligera, de cobertura media o baja, para evitar que las arrugas se marquen. Franco recomienda aplicarla con brocha para un acabado uniforme y natural. En cuanto al corrector (para manchas u ojeras), debe ser hidratante y colocarse solo donde sea necesario para no sobrecargar la piel. El rubor y el iluminador en crema son grandes aliados, ya que aportan frescura y un toque de color natural a las mejillas. Y para sellar el maquillaje, use polvo suelto, los compactos son más pesados y tienden a acentuar la textura de la piel.
3. Cómo realzar la mirada con las sombras
Para realzar la mirada de forma natural, lo recomendable es elegir sombras en tonos neutros y suaves (café, rosa o beige), dejando de lado los colores muy oscuros o con brillos intensos. El delineado luce mejor con trazos difuminados en tono café (el negro puede endurecer los rasgos). Las cejas ganan presencia manteniendo su forma original, solo peinadas con un gel transparente que les aporte definición sin rigidez. En cuanto a las pestañas, las postizas individuales ofrecen un acabado más delicado, mientras que las de banda, si se usan, deben ser cortas y de poco volumen. El toque final lo da el rímel (café o negro según el color de cabello) aplicado con moderación para conservar una mirada fresca y abierta.
4. Elija el labial perfecto para su look
Antes de aplicar el labial, es imprescindible hidratar los labios con un bálsamo. Franco anima a jugar con tonos que aportan vida al maquillaje, como rosados, rojos o vino, en lugar de limitarse a los nudes. Las fórmulas cremosas o satinadas, e incluso un gloss, son perfectas para dar frescura y volumen. Los labiales mate, en cambio, tienden a resecar y marcar las líneas alrededor de la boca, por lo que es mejor dejarlos como última opción.
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