
¿Para qué sirve el magnesio y cuándo deberías tomarlo?
El magnesio participa en más de 300 funciones del cuerpo y su déficit puede causar fatiga, calambres y problemas emocionales
El magnesio, un mineral esencial presente en cada célula del cuerpo, es un pilar fundamental para la salud, participando en más de 300 procesos bioquímicos que regulan desde la función muscular hasta la producción de energía. Conocido como el "mineral de la vida", su deficiencia puede manifestarse en fatiga, calambres o incluso alteraciones del estado de ánimo.
Beneficios del magnesio para la salud
El magnesio desempeña un papel fundamental en múltiples funciones del organismo:
- Facilita la relajación muscular, previniendo calambres y espasmos, lo que lo hace esencial para deportistas o personas con tensiones musculares. También regula la transmisión nerviosa, apoyando un sistema nervioso saludable.
- Alrededor del 60% del magnesio corporal se almacena en los huesos, donde trabaja junto al calcio y la vitamina D para mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis.
- Contribuye a regular la presión arterial y el ritmo cardíaco, reduciendo el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
- Participa en la síntesis de serotonina, promoviendo un mejor estado de ánimo y ayudando a mitigar el estrés, la ansiedad y el insomnio.
¿Cuándo deberías tomar magnesio?
Aunque una dieta rica en alimentos como nueces, espinacas, plátanos o legumbres suele cubrir las necesidades de magnesio, ciertos grupos pueden beneficiarse de suplementos:
- Síntomas como cansancio crónico, calambres frecuentes, hormigueo o palpitaciones pueden indicar niveles bajos, pero siempre deben confirmarse con análisis médicos.
- En deportistas, el sudor elimina magnesio, lo que puede justificar su suplementación en quienes practican ejercicio intenso.
- Mujeres en etapas clave como el embarazo, lactancia o menopausia pueden aumentar las necesidades de magnesio.
- Enfermedades gastrointestinales (como celiaquía o Crohn), diabetes o el uso de medicamentos como diuréticos pueden reducir los niveles de magnesio.
Tipos de magnesio: ¿cuál es el mejor para ti?
Cada forma de magnesio tiene características únicas, y la elección depende de tus objetivos de salud:
- Citrato de magnesio: Muy absorbible, ideal para mejorar la digestión y aliviar el estreñimiento por su efecto laxante moderado.
- Cloruro de magnesio: Fácilmente absorbido, recomendado para problemas musculares, nerviosos o fatiga general.
- Óxido de magnesio: Menos biodisponible, pero efectivo para tratar acidez estomacal o estreñimiento severo.
- Glicinato de magnesio: Suave para el sistema digestivo, perfecto para mejorar el sueño o reducir el estrés sin efectos laxantes.
- Lactato de magnesio: Usado para corregir deficiencias generales con mínima irritación gástrica.
Efectos secundarios y precauciones
El magnesio es seguro en dosis adecuadas, pero un consumo excesivo puede causar:
- Molestias digestivas: Diarrea, náuseas o cólicos, especialmente con formas como el citrato o el óxido.
- Riesgo en insuficiencia renal: Quienes tienen problemas renales deben evitar suplementos, ya que el exceso de magnesio puede acumularse y causar toxicidad.
- Sobredosis: En casos extremos, dosis muy altas pueden provocar mareos, presión arterial baja o arritmias.
El magnesio es un mineral indispensable que impulsa la salud muscular, ósea, cardiovascular y mental. Sin embargo, su suplementación no es necesaria para todos y debe basarse en una evaluación médica, especialmente si presentas síntomas de deficiencia o perteneces a un grupo de riesgo. Combinar una dieta equilibrada con el uso informado de suplementos, bajo supervisión profesional, ayuda a que se pueda usar sin exponerse a riesgos. El magnesio puede ser un gran aliado, siempre que se use con inteligencia.
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