Ante la esperanza de convertirse en madres o padres, muchas parejas con problemas de infertilidad recurren a la inseminación artificial con semen de donante.

Se trata de un tratamiento de baja complejidad que ayuda a lograr el embarazo deseado, y traer al mundo a un bebé sano. Esto último, sobre todo, es donde más énfasis se hace, pues a los análisis físicos y biológicos que se le hace al donante se le suman también los mentales.

El doctor Pablo Yánez, ginecólogo y obstetra de Provida, explica detalles sobre este procedimiento que ya tiene gran demanda.

• El proceso

Consiste en obtener una muestra de semen proveniente de un banco de semen para introducirlo en el sistema reproductor de la mujer al momento de la ovulación que es controlada por un médico especialista.

• Candidatas para el tratamiento

Pueden recurrir a este procedimiento las mujeres solteras que anhelan ser madres y las parejas con problemas de infertilidad masculina, como la ausencia total de espermatozoides en la eyaculación o alguna enfermedad genética.

• La clave

Para tener éxito en la inseminación, se necesita investigar la permeabilidad de las trompas de Falopio, para que pueda pasar por allí el esperma y encontrarse con el óvulo. Además, un estudio del endometrio y análisis metabólico y hormonal de la mujer para garantizar que nada obstaculice el tratamiento.

• Ovulación controlada

Se le administra a la mujer una medicación para que haya más probabilidades de éxito en la ovulación. Se lo hace hasta comprobar que el número y tamaño de los folículos son el adecuado.

• Muestra bajo la lupa

Previo a la inseminación artificial, la muestra de semen se obtiene tras evaluaciones físicas, toxicológicas y psicológicas del posible donante para descartar enfermedades y problemas de salud a nivel general. Cuando los resultados son favorables se lleva la muestra a laboratorio donde se seleccionan los espermatozoides con mayor potencial de fecundación y que luego se introducirán en las trompas de Falopio.

• Probabilidad de embarazo

Con la técnica se puede conseguir una tasa de embarazo del 12 al 25 % mientras no existan otros factores de infertilidad. Se puede hacer hasta seis intentos, pero por lo general hasta antes del tercero se consigue la fecundación.

• Rango de edad

Hasta los 37 años se aconseja hacer una inseminación artificial para evitar riesgos.