En un acto íntimo, colaboradores, amigos y familiares le rindieron un homenaje póstumo a Galo Eduardo Martínez Merchán, fundador de Gráficos Nacionales S.A,, al cumplirse el primer mes de su fallecimiento ocurrido el 21 de junio pasado.

En el auditorio del tercer piso, ahí donde departió tantas veces con sus colaboradores, se llevó a cabo la exaltación de su fructífera trayectoria y cualidades humanas. Las palabras en su memoria las ofrecieron Rosa Torres, editora administrativa de las redacciones de Granasa; Rubén Montoya, ex editor general de Diario Expreso; y Nubia Bravo, jefa de Recursos Humanos. El evento concluyó con una misa oficiada por el sacerdote Carlos Mena, rector de la catedral metropolitana.

El mejor jefe

Galo Martínez Merchán no solo era el mejor jefe, era también “el más severo en las reprimendas” y muy exigente. Así lo recordó Rosa Torres, quien agregó que rechazaba los reportajes simplones, las historias mal contadas, las investigaciones mal escritas... “No simpatizaba con los periodistas de escritorio, los que no iban a la calle porque recalcaba que el periodismo se ejerce allí. Le gustaban los periodistas nerviosos, los que se comían el polvo en la reportería, los que luchaban por obtener las primicias, los que hacían del periodismo el mejor oficio del mundo, porque don Galo buscó incansablemente que EXPRESO, el diario que fundó hace 49 años, y EXTRA siempre fuesen los mejores. Jamás claudicó en sus intentos. Un tropiezo era para él una oportunidad de continuar con más fuerza”.

Con la fuerza del viento

Y de seguir bregando con más vehemencia y energía. Porque el licenciado Martínez era imparable. Un entusiasta que siempre estaba inmerso en algún proyecto, una nueva idea, al punto que al recordarlo, “algunos quizá digan que don Galo era tan fuerte como una roca, yo prefiero decir que tenía una fortaleza mayor: la del viento, porque siempre está, incluso, cuando aparenta estar quieto. Fue menos brisa y más huracán, lo sabemos, pero siempre fue viento: indomable, recursivo, sorprendente...”, esas fueron las sensibles palabras de Rubén Montoya.

Extremadamente humano

Nubia Bravo resaltó su lado extremadamente humano, siempre dispuesto a ayudar a sus colaboradores, no solo a ser mejores profesionales, sino a tener una mejor calidad de vida. “Implementó políticas muy humanas como proveerlos de un seguro médico particular o darles créditos con los cuales pudiesen atender sus emergencias o mejorar su entorno familiar”.

La ceremonia religiosa

Después de las emotivas intervenciones se ofició la misa. En el altar, decorado con flores blancas, estaba el padre Carlos Mena quien, en su homilía, oró por su descanso y porque sus familiares encuentren la paz para superar el dolor.

¡Hasta siempre!

Con este homenaje póstumo, que se desarrolló pese a todos los problemas que enfrentan este y todos los medios de comunicación, se despidió al Caballero del Periodismo, pero sobre todo, fue la oportunidad para reafirmar el compromiso que tenemos con don Galo de “seguir trabajando con ahínco y valentía por lo que él construyó en estos 49 años, y por 49 años más”, sentenció su hijo, el doctor Galo Martínez Leisker, director de los diarios EXPRESO y EXTRA.

¡Hasta siempre!, al jefe que sabía enseñar, dirigir y exigir, pero que también fue como un padre afectuoso, respetuoso, sabio. Un maestro con el que uno se encuentra en el camino de la vida y que transforma lo más profundo del ser humano.

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