
¿Quién fundó Guayaquil? La historia detrás del nacimiento del Puerto Principal
Guayaquil celebra su fundación el 25 de julio, tras un complejo proceso histórico de más de una década de intentos
Guayaquil, conocida como la Perla del Pacífico, celebra cada 25 de julio su fundación, un proceso complejo que marcó el inicio de una de las ciudades más importantes de Ecuador. Aunque la fecha oficial conmemora el establecimiento definitivo en 1547, la historia fundacional de Guayaquil es un relato de perseverancia, conflictos y múltiples traslados que involucraron a varios conquistadores españoles y a las culturas nativas de la región.
Un proceso fundacional lleno de desafíos
La fundación de Guayaquil no fue un evento aislado, sino un proceso que se extendió por más de una década, entre 1534 y 1547, durante la conquista española en el territorio que formaba parte del antiguo Tahuantinsuyo incaico. La región costera de lo que hoy es Ecuador estaba habitada por culturas precolombinas como los huancavilcas, chonos y punáes, quienes dependían de la red fluvial del río Guayas para la pesca y el comercio. Estas comunidades no mostraban evidencia de haber sido dominadas por los incas, pero enfrentaron con resistencia la llegada de los españoles, lo que complicó los intentos de establecer una ciudad permanente.
El primer intento de fundación ocurrió el 15 de agosto de 1534, cuando Diego de Almagro, enviado por Francisco Pizarro desde el Cuzco, estableció un asentamiento provisional en la región de Liribamba (cerca de la actual Riobamba) bajo el nombre de Santiago de Quito. Este asentamiento, sin embargo, no prosperó debido a su ubicación en el altiplano, alejada de los objetivos estratégicos de controlar el litoral. La tarea de trasladar la ciudad hacia la costa recayó en Sebastián de Belalcázar, quien en 1535, tras zarpar desde Paita y remontar el río Guayas, fundó el primer asentamiento en la región costera, cerca del río Babahoyo, el 25 de julio de 1535. Este esfuerzo, considerado la primera fundación de Guayaquil, fue efímero, ya que los huancavilcas, opuestos a la presencia de los españoles, destruyeron el asentamiento mediante incendios.
Los traslados y la lucha por un lugar permanente
Tras el fracaso inicial, los españoles persistieron en su intento de establecer una ciudad en la región. En 1536, Hernando de Zaera lideró un segundo asentamiento en un lugar conocido como Yagual, pero nuevamente los nativos, particularmente los huancavilcas, se opusieron y destruyeron la población. La tercera fundación, considerada un hito clave, tuvo lugar el 25 de julio de 1538, cuando Francisco de Orellana, un conquistador conocido por explorar el río Amazonas, estableció la ciudad en el Cerro Verde, hoy conocido como Cerro Santa Ana, en la margen occidental del río Guayas. Este asentamiento marcó un punto de inflexión, ya que Orellana, en nombre del rey de España, proclamó la fundación de Santiago de Guayaquil, nombrándola en honor al santo patrono Santiago el Mayor y, según la tradición, al cacique Guayas y su esposa Quil.
A pesar de este avance, la ciudad enfrentó nuevos traslados. En 1543, Diego de Urbina reubicó el asentamiento a la desembocadura del río Yaguachi, pero los conflictos con los nativos continuaron. Finalmente, en 1547, el capitán Francisco de Olmos consolidó la fundación definitiva al reasentar la ciudad en las faldas del Cerro Santa Ana, en un lugar estratégico cerca de la confluencia de los ríos Daule y Guayas. Este asentamiento, formalizado el 25 de julio de 1547 en un cabildo ampliado, marcó el establecimiento permanente de Guayaquil, que desde entonces comenzó a crecer como un puerto clave y astillero del Pacífico sudamericano.
¿Quién fue el verdadero fundador?
La pregunta sobre quién fundó Guayaquil no tiene una respuesta sencilla. Aunque Francisco de Orellana es reconocido oficialmente como el fundador definitivo debido a su rol en 1538 y la consolidación en 1547, el proceso involucró a varios conquistadores. Diego de Almagro inició el camino al establecer Santiago de Quito, Sebastián de Belalcázar trasladó la ciudad a la costa, y otros como Hernando de Zaera y Diego de Urbina contribuyeron con asentamientos intermedios. Sin embargo, la tradición histórica y los documentos oficiales, respaldados por investigaciones de historiadores como Miguel Aspiazu y Dora León en los siglos XX y XXI, atribuyen a Orellana el mérito principal por haber dado a la ciudad su nombre y ubicación estratégica.
El legado de Guayaquil
Desde sus orígenes turbulentos, Guayaquil se consolidó como un eje económico y cultural de Ecuador. Su ubicación en la cuenca del río Guayas facilitó el comercio marítimo y la convirtió en un astillero vital durante la época colonial. A lo largo de los siglos, la ciudad enfrentó desafíos como incendios, ataques de piratas y desastres naturales, pero su espíritu resiliente la llevó a ser conocida como la Perla del Pacífico. Este año, con casi 490 años de historia, Guayaquil celebra su fundación con desfiles, actos cívicos y eventos culturales que reflejan su orgullo y su importancia como motor económico del país.
Para más contenido de calidad SUSCRÍBETE A EXPRESO