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Joaquín Hernández Alvarado | La segunda Guerra Fría

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China aspira a convertirse en el imperio dominante en la década de 2030

El conocido historiador británico Niall Ferguson (Civilización. Occidente y el resto; Coloso. El precio del imperio americano; La guerra del mundo), estuvo en Chile para ofrecer su conferencia Lecciones de la historia para enfrentar el futuro, y dialogó en entrevista con diario El Mercurio sobre la situación mundial actual. Historiador, tiene una visión del mundo actual que aparece en el prefacio a la edición Civilización, en el Reino Unido: “Pienso que quizá fue solo entonces cuando realmente comprendí qué era lo que definía a la primera década del siglo XXI, justo cuando esta tocaba a su fin: el hecho de que estamos viviendo el final de quinientos años de supremacía occidental”. Ferguson llegó a esta conclusión tras haber vivido tres experiencias en China: un paseo a lo largo del Bund de Shangai; la oferta de parte de un funcionario chino en Chongquin de convertir un montón de escombros en el futuro centro financiero del sudoeste de Asia y, la escucha en el Carnegie Hall del músico Ángel Lam “que personifica la orientalización de la música clásica”. Para Ferguson vivimos una segunda Guerra Fría entre EE.UU. y China. La primera, entre EE.UU. y la URSS, concluyó con la implosión de esta última en la década de los 90 del siglo pasado. De ahí se abrió un período de 30 años de ‘Pax Americana’, posible por el liderazgo imperial de EE.UU. Este período ha concluido. Vivimos la segunda entre EE.UU. y China. No se trata de dos potencias en ascenso; la impresión que se tiene de la lectura de Civilización. Occidente y el resto es que el imperio estadounidense estaría en fase de declive frente al surgimiento del chino. El ascenso de China, sobre todo tras la llegada de Xi Jinping, lo experimenta EE.UU. como un desafío formidable a su calidad de imperio, el cual (así no se reconozca como tal) tiene tres déficits fatales: de mano de obra (no hubo suficientes soldados en Afganistán ni en Irak); de atención, pues tampoco hubo entusiasmo público para una ocupación a largo plazo de los países conquistados; y sobre todo financiero. No había suficientes ahorros en relación a la inversión ni impuestos en relación al gasto público.

La segunda Guerra Fría opera en diferentes frentes. Ucrania: sin apoyo chino, Rusia no podría proseguir su guerra. Irán es financiado por China con compra de petróleo. Y esta aspira a convertirse en el imperio dominante en la década de 2030. El lugar privilegiado para ello es el Pacífico y concretamente Taiwán. 2030, el tiempo de conflicto es a corto plazo.