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No dejes que la ansiedad por comer tome el control. Hay formas de evitarlo.Shutterstock

Las formas en que puedes controlar la ansiedad por comer

En estos días de salidas restringidas, muchas personas buscan en la comida un escape. Cuida lo que ingieres.

Quienes sienten ansiedad por comer notan que por estos días esa necesidad de ingerir todo lo que tienen en la alacena aumenta. Y si antes ya consumían más de lo que debían, hoy lo hacen en mayores proporciones.

Muchos, ante las restricciones de salida, no encuentran qué hacer y comen. Otros, mientras están en casa realizando teletrabajo, se paran a cada rato a buscar dulces, comida procesada… Un hábito que preocupa si se mantiene por mucho tiempo.

El nutricionista Omar Vargas dice que hay algo que tener en cuenta: por estos días nos movemos menos, así que debemos reducir también el consumo de calorías.

Además, si tenemos enfermedades, nuestra alimentación en esta época en la que hay extremar los cuidados, debe mejorar, con hábitos tan sencillos como tomar más agua y comenzar a darle espacio en nuestro plato a las frutas y a las legumbres.

Y para lograr esos cambios, un paso importante es aprender a diferenciar el hambre real de la emocional, resalta la nutricionista Éricka Borbor. Esta última llega de repente con antojos de comidas específicas (grasosas o dulces). Se come de manera automática y sin pensar. Ocurre, por ejemplo, cuando consume una bolsa de papas fritas sin darse cuenta. No para de comer al llenarse y luego siente culpa.

Pedir que dejes de ingerir tanto no es tan sencillo en una época en la que muchos se dejan atrapar por las tensiones. Puedes picar durante el día, pero aprende a elegir esos alimentos que te van a mantener saciado y sin modificar tu peso ni poner en riesgo tu salud.

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EXPRESO te da algunas recomendaciones para controlar esa desesperación por comer y para que uses el tiempo en casa de manera saludable.

  • CUIDA TU SALUD

Crea un ambiente saludable. Coloca frutas en un tazón en el centro de la mesa o visible en la cocina, pon un mix de frutos secos, prepara snacks saludables y colócalos en la parte delantera de la refrigeradora, para que esto sea lo que veas constantemente. Recuerda que las elecciones malsanas nos pueden llevar a desaprovechar la absorción de nutrientes, a la descalcificación ósea, a sufrir daños en nuestros órganos, a ganar peso y a bajar las defensas.

  • QUÉ PREPARAR

Es hora de aprender nuevas preparaciones y con el tiempo disponible no será tan complicado. ¿Qué tal si te arriesgas a hacer un hummus de garbanzo, que es alto en proteína de harina vegetal, rico en hierro y en colágeno? Aporta pocas calorías y combina con unos palitos de zanahoria, tallos de apio, con grisines y tostaditas. También puedes preparar barras energéticas bajas en azúcar o sin ningún endulzante. Para su elaboración necesitas avena, un poco de coco rallado y pasas. Aquí también internet te será de ayuda.

  • ESCOGE BIEN TUS SNACKS

Hay alimentos con bajas calorías que puedes consumir a la media mañana o media tarde. Por ejemplo, un puñado de frutos secos o doce o quince almendras. Si prefieres diez pasas o media taza de maní normal, no salado ni frito y con pasas. Puedes consumir frutas, de ser posible con cáscara, bien lavadas, ya que hay un mayor aporte de fibra y un mayor grado de saciedad. Come galletas no saladas o integrales. Además, ahora que cuentas con tiempo, podrías prepararlas en casa y hacer unas galletas con avena. Hay muchos tutoriales en YouTube.

  • ¿Y EL TRABAJO?

Elige un lugar en la casa específico para trabajar, que esté alejado de la cocina si es posible, así no estarás constantemente distrayéndote al ver el refrigerador. Es buen momento para mejorar nuestros hábitos. Aprovecha que estás en casa, pues cuando vas a la oficina seguramente comes apurado y no aprovechas la media hora destinada para el almuerzo. Hazlo ahora. Mastica bien. Toma bocados pequeños y por cada bocado deja los cubiertos en la mesa; no los tengas a la mano porque eso hace que haya la tentación de introducir dos o tres cucharadas y recién allí masticar.

  • HIDRÁTATE

Ahora que estás más tiempo en casa, no olvides la hidratación, que es clave en todo momento. Toma los dos litros de agua al día y si eres de los que no se acostumbra, podrías darle un poco de sabor, pero eso no implica preparar jugos. Lo que puedes hacer es colocar láminas de frutillas bien lavadas al agua, hojas de menta, rodajas de naranja o de limón. Así te refrescarás y no consumirás gaseosas. Y, si eres amante de la tecnología, bájate una de las tantas aplicaciones que te recordará que debes tomar agua. Haz de este un nuevo hábito saludable.

  • EJERCÍTATE

Involúcrate en rutinas de ejercicio en casa aprovechando lo que tienes. Si no cuentas con una barra, usa el palo de la escoba. Si tienes escaleras, puede trabajar steps y usar las botellas de agua como si fueran pesas. Realiza rutinas de piernas y abdominales, además de ejercicios con el propio peso, sentadillas, zancadas... No caigas en el sedentarismo porque luego el músculo se verá afectado. Si pasas más de siete días con algún grado de inactividad física, comienza a haber una pérdida de masa muscular. Con el ejercicio, podrás además liberar tensiones.

"Puedes comer chocolate amargo, que disminuye el grado de intensidad de la ansiedad y estimula la liberación de endorfinas".Omar Vargas, nutricionista
"Aprovecha este tiempo para mejorar tus hábitos alimenticios, para aprender a cocinar recetas sencillas y también conocer tus gustos.Éricka Borbor, nutricionista
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