Evgenia Zhelevska
Una influencer altruista.Juan Faustos

Evgenia Zhelevska: “Ucrania es fuerte como una madre”

La modelo e influencer ucraniana habla sobre su maternidad y cómo maduró su rol tras la guerra en su país. 

E n la pantalla del celular aparece el rostro de su abuela desde Kiev, Ucrania. Es 8 de mayo y Evgenia cumple 33 años. “¿Me escuchas bien?”, pregunta la mujer durante la videollamada.

Hasta esa fecha, el calendario marcaba 439 días de la invasión rusa. A lo lejos se escucha una detonación mientras hablan.

Ese lunes, hubo una de las mayores oleadas de misiles y drones en el país. En Kiev, se reportaron al menos cinco heridos y varios destrozos en automóviles, edificios e infraestructuras.

Evgenia se informa de todo esto desde Guayaquil, la ciudad que la ha acogido y donde vive con su hijo, quien en ese momento ya está en la escuela.

Al cerrar la llamada con su familia, se dispone a ser producida. No solo es su cumpleaños, sino que va a ser fotografiada para la edición del Día de la Madre de SEMANA.

En un diálogo profundo, en donde por momentos su voz se quiebra, nos conversa sobre su maternidad en tiempos de guerra.

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"De pequeña, mi abuela vio que yo tenía potencial para el modelaje".Juan Faustos

  • Guayaquil, su segunda casa

El trabajo de Evgenia ha girado en torno a la moda. “ y me dijo, te voy a apoyar. Así inicié tomando cursos hasta que llegué a desfilar en el Ucrania Fashion Week”, recuerda.

Creció en Kiev, pero cuenta que le encantaba recorrer más ciudades de Ucrania durante las vacaciones. En sus ojos se vislumbra cierta emoción al hablar de los recuerdos en estos lugares. “Es mi madre patria, allí aprendí a caminar, estudiar, tuve mi primer trabajo... Todo”, dice.

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Sin embargo, el destino la llevó a otro continente. “Vine a Ecuador, tras conocer al padre de mi hijo”, cuenta y agrega que de su llegada a Guayaquil ya han pasado doce años, y siete desde que nació el pequeño Nico.

Aunque ya no está con su expareja, Evgenia se quedó a vivir aquí, aprendió español y comenzó a criar a su hijo con todos los retos que conllevaba la maternidad. “Si bien recibía consejos de mi mamá, abuela y tía... Más aplicaba mi sentido común. A mí, por ejemplo, me gusta cocinar, entonces le preparo comida ucraniana y le he ido enseñando más cosas de mis raíces”, dice.

Sobre la conexión con su familia, cuenta que cada vez se ha hecho más fuerte. “Desde que me mudé a Ecuador, yo viajaba cada año a Kiev y me quedaba dos meses para visitar a todos. Incluso, a mis 25 años, cuando nació Nico, también viajé con él para que lo conocieran. Desde chiquito él ha tenido interés en cosas de mi país... Cuando los amigos le preguntan de dónde eres, dice ‘soy ucraniano’”, cuenta entre risas.

Al recuperarse tras el posparto, se animó a retomar su carrera de modelo, pero esta vez desde Guayaquil. De ahí que su imagen llegó a ser parte de editoriales de diseñadoras como Teresa Valencia, Mónica Campaña, Renata Merchán y, asimismo, de campañas en tiendas departamentales donde ha sido fotografiada por el talentoso Juan Pablo Merchán.

Eso hizo que el rostro de esta mujer, de 1,78 m de estatura, se haga conocido no solo en el mundo fashion, sino también en redes sociales, donde su comunidad de Instagram llega a los 16 mil seguidores. “Al principio, pensaban que yo era rusa. Pero cuando empezó la guerra contra mi país, se dieron cuenta que soy ucraniana por todos mis historias y posteos... Me da confort recibir sus mensajes dándome fuerzas”.

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“Somos pocas mujeres en mi familia y nos une más el hecho de ser madres”.Juan Faustos

  • “Mi abuela pensó que iba a morir”

El 24 de febrero de 2022, los abrazos de Nico le dieron calma a Evgenia ante lo que veía en las noticias. “A las 10 de la noche abrí Twitter, y en las primeras imágenes vi explosiones en mi ciudad. Empecé a llamar a mi abuela y tía que viven allá, pues mi mamá está en Estados Unidos”, cuenta.

Las tropas rusas habían invadido Ucrania y se reportaban bombardeos en las principales ciudades, incluyendo Kiev, y la planta nuclear de Chernobyl era capturada por los rusos.

“Estamos escondidas en el subterráneo, no estamos entendiendo qué pasa”, recuerda que le dijeron. “Y yo sentí mucha angustia por no poder ayudarlas”, menciona.

Por la pandemia, Evgenia no había viajado a Ucrania junto con su hijo, y la invasión de Rusia impedía aún más ese viaje de visita.

“Tengo muchas ganas de verlas en persona. Ellas, junto con mi mamá, son como mis mejores amigas. Comparto todo con ellas”, comenta. Evgenia es hija única, al igual que su madre. “Somos pocas mujeres en mi familia y nos une más el hecho de ser madres”.

A raíz de la guerra comenzó a llamarlas aún más. “Nunca se sabe cuándo será la última vez que voy a verlas. Los misiles pueden caer de un momento a otro. No sé si caerán en mi casa u otro lado. En la zona donde crecí, por ejemplo, han llegado cohetes, pero cayeron en la estación de electricidad. Mi abuela, quien estaba en casa, me contó que los vidrios de las ventanas empezaron a temblar. Ella pensó que iba a morir, pero todo estuvo bien después”, refiere.

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Aunque Evgenia ha invitado varias veces a su abuela y tía a Ecuador, ellas se niegan. “Me dicen aquí es mi patria, y aquí me muero”.

Sus amigas con hijos, en cambio, sí han salido del país. Han migrado a lo más cercano, que es Polonia. “Pero sus maridos, y la mayoría de hombres, no pueden hacerlo, pues deben quedarse para defender a Ucrania. La citación para cumplir con eso, suele llegar hasta el lugar de trabajo. De los varones solo pueden irse los que tengan alguna enfermedad, sean padres de tres hijos o que cuenten con la ciudadanía de otro Estado... En mi familia, un primo mío, de 26 años, está en el borde de Ucrania con Rusia, cumpliendo con ese deber. Con él, en cambio, no puedo tener mucha comunicación y eso me preocupa”, explica.

A un año de la guerra, Evgenia posteó en su Instagram lo que había preparado con Nico. Prendieron velas blancas e hicieron un minuto de silencio para orar por el pronto retorno de la paz.

  • “La guerra me hizo madurar”

Soy mamá ucraniana y ecuatoriana. Tengo un mix de las dos culturas”, confiesa Evgenia. Desde que se convirtió en madre, para ella cada segundo domingo de mayo es importante. “Nico me hace sentir especial. Él es un niño muy cariñoso”, menciona.

Asimismo, habla que su maternidad tomó un giro cuando se suscitó la guerra en su país. “Él ha visto en las noticias lo que pasa en Ucrania... Sabe toda la situación. Que tanto niños como adultos son afectados. Entonces empecé a enseñarle más valores, y sobre todo, que la paz siempre será el mejor camino... Siento que él ha ido madurando mucho. Y yo también, como mujer y madre, me siento más madura y lucho por salir adelante no solo por mí, sino por Nico”, enfatiza.

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Además de las videollamadas habituales que hace a su familia, Evgenia apoya con el envío de artículos que pueden ser necesarios para emergencias, y hace donaciones económicas para ayudar a las víctimas de la guerra.

En Guayaquil dice que siente también el calor de su gente. Ha podido crear una comunidad con más mujeres ucranianas residentes en este país con quienes se reúne cada fin de semana. “Cuando comenzaron los conflictos, pasaba viendo noticias, no salía de mi casa... Pero ahora me reconforta el apoyo de estas chicas. El corazón grande nos une... Solemos poner música ucraniana y preparar comida de allá... Es como una recarga para nosotras”, menciona.

No pierde la esperanza de volver a visitar a los suyos y caminar por las calles de Kiev. “Tengo fe de que esta guerra pronto terminará... Siempre digo que Ucrania es fuerte como una madre”, concluye.

  • Personal

  1. Ucraniana, de 33 años.
  2. Es madre de un niño de 7.
  3. Modelo e influencer de estilo de vida.
  4. Está iniciando estudios en Arquitectura y Diseño de Interiores.