Diana Sofía, cantante guayaquileña
La cantante de 27 años toca la guitarra de forma empírica.Cortesía Andrea Salame

Diana Sofía: "Admito que soy una romántica"

Con ocho sencillos, la cantante y compositora guayaquileña emerge en los escenarios con un talento que atrapa y enamora.

Rompe el prototipo común en la industria del ‘show business’ del país. Es auténtica, cero poses ni artificio alguno. Tal cual se ve, es lo que proyecta y, acaso, es lo que atrae en ella. Emocional, fuerte, desenfadada, más bien seria, poco maquillaje y antepone la comodidad a la moda, lo que, sumado a su potente voz, resulta un vendaval fresco a la mirada de otros, en el escenario y fuera de él.

El diálogo que se desarrolla en esta entrevista, íntimo, va más allá de lo que se espera de una chica de 27 años. A través de su lenguaje y pensamiento se descubre en ella profundidad, madurez, gran sensibilidad e inteligencia. Con una voz ronca y pausada, logra quebrar el instantáneo reflejo de lo material para sumergirse en ese mundo extrapoblado que la habita. “Tengo un alma vieja”, dice. Y entonces sonríe.

Con ocho sencillos, Diana Sofía no concibe otro camino que el de la música, aunque desde los 15 ha estado involucrada en el bróker de seguros de sus padres, Rafael Chiriboga y Rocío Cedeño, una de las figuras más representativas de los noticieros de televisión. Quizá por ello estudió Administración de Empresas en Estados Unidos, pero fiel a sí misma también obtuvo un minor en música. “Mi pasión por la música creo que viene por mis dos abuelas. Marcela es muy apasionada como yo y vibra con la música. Trinidad, que murió cuando mi mamá era muy joven, tocaba guitarra de manera autodidacta, como yo, que he sido bastante empírica, pues no he tenido una formación constante en ese campo”.

El papel natural que surge en mí cuando subo a un escenario es inconsciente. Se apodera de mí. Hay agradecimiento, vulnerabilidad, empoderamiento. El que otros vibren con tu música lo hace todo.

Diana Sofía

En ‘La voz US’

Al empezar a despuntar en el mercado, fue invitada por la cadena Telemundo a formar parte de la segunda temporada de ‘La Voz US’, una experiencia inesperada que aportó en su desarrollo artístico y, en sus palabras, la sacó de su zona de confort a más no poder.

Durante tres meses estuvo frente a grandes de la música enfrentando los retos del momento, bajo mucho estrés. “Nunca pensé que iba a llorar, sin embargo me sucedió, ¡por la presión! En los ensayos había fuertes críticas, pero lo volvería a vivir mil veces porque me hizo crecer muchísimo. Pude estar cerca de Alejandra Guzmán, Fonsi, Carlos Vives y Winsin. ¡A cualquiera le hace temblar las piernas! Pero de ellos aprendí incluso técnicas de voz”.

¿Cantante o compositora?

“No podría decir hacia dónde se inclina la balanza”, confiesa, por lo que prefiere que la definan como cantautora. No obstante, Diana Sofía compone música para sí misma, mas no para otros artistas, algo que más adelante quizá suceda. En su trayecto musical la artista ha compuesto ocho sencillos: ‘Voy a encenderte’, ‘Ponte así’, ‘Amores fugaces’, ‘Ese momento’, ‘Me gusta’, ‘Amor amor, ‘Dame tu mano’ y su última producción, ‘Yo solo quiero’, compuesta junto a Tres Dedos, Blasty y Rocko.

“Es una versión bastante urbana para lo que venía haciendo, pero me gusta. Me encantan los sonidos orgánicos, es decir la producción con la banda en vivo, y despertar ese lado romántico en mi público porque así soy yo, romántica, debo admitirlo”.

Entre otros, el equipo de Diana Sofía se completa con profesionales que la han acompañado los últimos años, como José Villafuerte, su productor, con quien trabajó cinco sencillos. “Tenemos una química y una comunicación maravillosas, es muy talentoso”. En la parte visual se suma One Trip Studio en la figura de Andrea Salame, con fotografía, videos y temas de marca.

“El proceso ha sido largo y corto al mismo tiempo. Lancé mi primer sencillo, ‘Voy a encenderte’, en 2017 y le metí todos los cañones con el apoyo financiero de mi padre. Ahora ya no lo hago, me considero una persona bastante independiente y me gusta valerme por mí misma, aunque podría pedir ayuda. Por eso he cambiado las estrategias y estoy haciéndole frente a lo que conlleva esta carrera. Pero me gustan los retos y motivarme cada día. No ha sido un proceso lineal, sino de altos y bajos. Me he cuestionado muchas cosas y no siempre desde un lado seguro, sino de la duda… ¿Esto va a funcionar? ¿Qué va a pasar? Pero hay algo que no se puede negar, tienes claro el propósito y yo lo tengo: la música no la hago por fama ni por dinero… simplemente está en mi esencia. No hay forma de desapegarme de ella, está en mí. Y aunque no es fácil y cualquier artista lo ha vivido, vale la pena”.

Diana Sofía, cantante ecuatoriana
Diana Sofía sigue forjando su camino musical.Cortesía Andrea Salame

Por dentro

Haber vivido seis años en Estados Unidos marca un antes y un después. Fue cuando logró asentar sus valores, creencias y manera de ver la vida. Cuando tenía seis años debió enfrentar el dolor más grande. “La pérdida de un ser querido marca y yo perdí a mi hermano cuando él tenía dos años. Éramos muy cercanos y tuve que recibir ayuda psicológica para procesar su muerte. Hay días en que estoy más sensible pero, en general, ya puedo hablar del tema más abiertamente. Soy una persona muy espiritual, no religiosa, y creo que somos una extensión de las personas que se van”.

Con una familia muy unida, Diana Sofía considera que el amor ha prevalecido en ella. “Vengo de unos padres súper entregados y trabajadores. Todo lo que tienen lo construyeron desde prácticamente cero y eso es algo que admiro en ellos”. Al tener una madre como Rocío Cedeño, conocida y respetada en el medio, la cantante considera que ha sabido mantener su distancia para volar por sí misma. “No ha sido una figura invasiva en mi carrera, ella me ha guiado y aconsejado, pero sin imponer. Tampoco ha sido una herramienta que he sobreexplotado, porque me gusta avanzar por mí misma”.

Cara a Cara

¿Hacia donde busca despuntar su carrera?

A nivel internacional por supuesto. En Ecuador me gusta muchísimo el cariño de mi público, pero creo que podría conectarme

muy bien en España o México por el tipo de música que tengo.

  • ¿Millenial total?

¡Para nada! Soy una pésima representación porque soy cero tecnológica. A los millenials los dejé mal.

¿A qué le teme?

A descuidarme de mí misma al punto de desvalorizarme. He tocado fondo en ese aspecto y eso no se siente nada bien. A veces uno ve mucho por fuera y no por dentro y eso te puede destrozar en dos segundos. He aprendido a entregar sin descuidarme. El amor propio hay que ejercitarlo cada día.