miedo
Es importante que reconozcas su temor.PIXABAY

El 'cuco' no debería existir en la vida del niño

Este tipo de miedos no le permiten al pequeño avanzar en su desarrollo. Despejamos dudas con Suelyng Layman Murillo, psicóloga clínica y máster en neurociencia cognitiva y del comportamiento

A medida de que un niño crece se encuentra con nuevos retos por cumplir y también le nacen impedimentos que lo hacen conocer el miedo. Esto se debe a que tu pequeño durante los primeros años de vida no puede diferenciar entre el mundo real y el imaginario. En la mayoría de infantes aquellos sustos son evolutivos y desaparecen de acuerdo a las experiencias que adquieren. 

Claro está que los miedos no son del todo malos, ya que en algunas ocasiones ayudan a que los padres sepan si sus hijos corren peligro. Siempre es bueno tomar en cuenta que la situación cambia si el pánico se convierte en fobia. Despejamos dudas con Suelyng Layman Murillo, psicóloga clínica y máster en neurociencia cognitiva y del comportamiento.

¿Qué hacer cuando el niño siente temor?

  • Reconocer qué factor causa la angustia.

  • Escuchar al niño los motivos que le hacen sentir miedo.

  • Hablarle con un tono de voz amable y transmitirle confianza. 

  • Alentarlos a superar el problema. 

  • Elogiar su valentía. 

  • Brindarle un objeto que rivalice al susto. Por ejemplo, encender una pequeña lámpara por las noches que vencerá a la oscuridad.

  • Una pócima mágica para todo es la risa, mediante bromas o conversaciones que aumenten su autoestima.

Los miedos más comunes

Ciertos temores aparecen de acuerdo a la edad: 

  • 1 año. Los ruidos fuertes, las personas extrañas y separarse de sus padres.

  • 2 años. Los animales, la oscuridad o alguna herida. 

  • 3 - 4 años. A los monstruos de tv y los fenómenos naturales. 

  • 5 - 6 años. La escuela y los médicos.

No lo amenaces

Uno de los grandes precursores del miedo son los padres de familia, que al no tener control de sus hijos se sienten con la necesidad de tomar las riendas y los amenazan con tal de que sus pequeños les hagan caso. Entre las frases más recurrentes están: 

  •  Si no te comes toda la comida, te llevará el duende. 

  • Si no duermes rápido, te lleva el cuco. 

  • Si tocas a ese perro, te va a morder. 

  • Báñate o te comerán las hormigas. 

Expresiones que no están bien emplearlas en los niños por el pánico que desata hacia tales personajes.

Hay muchos niños que tienen pánico a dormir solos. Se enseñan hasta grandes a descansar con sus papás y no se toma en cuenta que es necesario que cada integrante de la familia tenga intimidad. La separación para que el niño duerma en otra habitación se la puede realizar después de que haya dejado el biberón. Alrededor de los 3 años.

Suelyng Layman Murillo, 
psicóloga clínica y máster en neurociencia cognitiva y del comportamiento