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El aprendizaje por medio de plataformas digitales es una oportunidad para que los alumnos incorporen nuevas rutinas de trabajo.shutterstock

Clases online, una puerta al futuro

Esta nueva modalidad de estudio cuenta con diversos beneficios y nuevos retos que incentivan el aprendizaje continuo. ¡Ponle ganas!

Recibir las clases escolares desde casa es una experiencia nueva para la mayoría de estudiantes. Por eso, para Rodolfo Chang, máster en Educación y rector del Copol, es importante que antes de que inicie el nuevo ciclo educativo, los padres despejen todas sus dudas sobre la educación online para que de esa forma ellos puedan explicar a los más pequeños cómo se desarrolla esta modalidad de aprendizaje y así todos se beneficien.

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Destaca la importancia de mantener una actitud positiva ante este nuevo reto porque si el menor ve que sus padres están molestos a causa del regreso a clases, esa actitud podría hacerlos sentir mal y pensar que volver a estudiar es un castigo. “Esta es una nueva experiencia para toda las familia y por ende, es crucial ser receptivo a la actual modalidad”, enfatiza. 

Ventajas

  1. Variedad metodológica. Las clases virtuales constan de dos tipos de sesiones: las que se ejecutan en tiempo real con el profesor por medio de videollamada y en las que el alumno debe hacer por sí solo las asignaciones determinadas por el docente como leer, ver videos o hacer una actividad en específico que posteriormente será revisada. “No es necesario estar en un laboratorio para aprender, se puede hacer ciencia con cosas básicas de la cocina. Crear circuitos de robótica en softwares virtuales e incluso emprender recorridos en 3D a distintos lugares. Solo es fundamental la creatividad del docente”, menciona Yidda Marcial, máster en tecnología educativa y coordinadora del Programa de Años Intermedio del Bachillerato Internacional del Copol. Además, es posible que si en algún momento surge alguna inquietud sobre el tema tratado en clase, el docente puede responder inmediatamente a través de foros de chats para que el pequeño continúe con la tarea asignada.
  2. La enseñanza y la diversión están unidas. Una buena planificación por parte de los docentes antes de iniciar las clases, garantiza que los niños logren aprender algo nuevo mientras se divierten al mismo tiempo. Así lo detalla Verenice Engracia, máster en educación y directora del Jardín Escuela de Copol. Ella señala que una de las ventajas de las clases online es que se pueden crear actividades lúdicas basadas en juegos para que los alumnos más pequeños se mantengan atentos en todo momento. Proyectos de arte, actividades físicas, canto y baile son algunas de las tareas que se pueden asignar a los infantes.
  3. Espacio para el esparcimiento. Recibir clases en casa no significa que los pequeños deban pasar toda la jornada completa frente a la computadora sin tener tiempo para descansar, comer un lunch y socializar con sus familiares. El reposo de al menos cinco minutos entre cada clase son útiles para que logren disipar lo que aprendieron en la asignatura previa y estén dispuesto a seguir con el cronograma escolar sin inconvenientes. 
  4. Desarrollo de aptitudes. El aprendizaje por medio de plataformas digitales es una oportunidad para que los alumnos incorporen nuevas rutinas de trabajo y hábitos que fortalezcan sus aptitudes a largo plazo. Chang recalca que fusionar la tecnología con la educación, ayuda a que sean más indagadores, reflexivos, pensadores, autónomos y responsables. “Aunque pueden estar acostumbrados a clases presenciales, esta metodología les enseña a no tener miedo a nuevos retos y que sí es posible construir nuevos conocimientos a pesar de cualquier circunstancia”, expresa Engracia.
  5. Más ahorro. Recibir clases desde casa también genera un ahorro económico y ayuda a optimizar el tiempo de todos los miembros de la familia. Esto es así, porque tanto padres como hijos ya no deben despertarse con varias horas de anterioridad para poder llegar a tiempo a la escuela a causa del excesivo tráfico, y no van a gastar en la movilización.

Desventajas

  1. Pocos dispositivos electrónicos. Podría existir algún problema en el caso de que la clase vaya a iniciar pero el alumno no se pueda conectar porque falla el internet, se va la luz o no existe otro dispositivo tecnológico disponible en casa en ese momento para que él lo use. Sin embargo, las plataformas digitales permiten que todas las sesiones sean grabadas para que los más pequeños las puedan revisar en cualquier momento. “Las actividades están diseñadas para que el estudiante las pueda realizar sin que el docente esté presente. Además, es una ventaja para quienes quieran reforzar lo aprendido en días posteriores”, detalla Marcial.
  2. ¿Estudiar solo aburre? Es verdad que aunque durante las clases online los estudiantes también pueden interactuar en todo momento con sus compañeros de forma virtual, ese lazo de fraternidad no es el mismo al que pudiese existir si comparten sus materiales de estudios, juegan en recreo o se cuentan sus secretos luego de clases. Por eso, los expertos recalcan que en todo momento es ideal crear espacios para que los niños conversen entre ellos para que se conozcan y, al terminar el horario de estudio, también reciben tareas grupales que les permitirán afianzar lazos de amistad para que no se sientan solos.
  3. Falta de experticia tecnológica. Aunque se tiene la creencia de que los niños y jóvenes son expertos en tecnología por la facilidad con la que juegan en los dispositivos móviles, podría ser contraproducente asumir que todos los alumnos y padres manejan a la perfección las herramientas tecnológicas. Por eso, es indispensable que el estudiante domine las habilidades tecnológicas mínimas y si tiene alguna duda de cómo usar las plataformas especializadas para recibir las clases online, se lo comunique a sus padres o profesores para que lo ayuden. De seguro, ellos estarán dispuestos a apoyarlos.