
Amor a kilómetros: cómo afrontar la separación por migración
Migrar no significa olvidar. Transforme la separación en una oportunidad para fortalecer las relaciones desde cualquier lugar
Un aeropuerto, una maleta llena de sueños y dos corazones que se separan a causa de un boleto solo de ida. Detrás de cada abrazo y cada adiós antes de subir a un avión (o a un carro o tren), están las historias de miles de personas que, aunque se aman, deben separarse porque una de ellas tomó la decisión de migrar.
La migración, que muchas veces llega vestida de esperanza y retos por cumplir, también trae consigo una pérdida o duelo que poco se suele mencionar. La buena noticia es que, existen herramientas emocionales que pueden ayudarle a afrontarlo y navegar esta etapa de forma más positiva.
Un abrazo a sus emociones
Cuando una persona migra (o cuando somos nosotros quienes decidimos partir), no solo enfrentamos cambios geográficos, también vivimos cambios emocionales que muchas veces pasan desapercibidos a primera vista. La psicóloga Katiuska Delgado resalta que esta decisión, “muchas veces tomada como un salvoconducto hacia una vida mejor, más digna y justa” trae consigo emociones positivas como la esperanza y el optimismo, sentimientos que todos deben abrazar. Sin embargo, aunque no haya un rompimiento de la relación como tal (ya sea amorosa, de amistad o familiar), el hecho de separarse físicamente de alguien querido genera una sensación de vacío y pérdida difícil de expresar.
Así lo explica la psicóloga Karla Jara, quien menciona que también pueden surgir emociones como tristeza, culpa, nostalgia e incertidumbre. Además, cuando existe una separación por migración, Jara señala que las personas suelen sentir un vacío en su vida o rutina, ya que dejan de hacer actividades que antes disfrutaban juntos.
Por eso, Delgado dice que el duelo migratorio es un proceso que no se vive de forma general. Cada uno lo experimenta de manera distinta. “La persona que migra puede no solo enfrentar un tipo de duelo, sino varios: por la separación de los familiares y amigos, por tener que aprender otro idioma y cultura, por sus raíces y su tierra; o por la pérdida del estatus social”.
El poder de la comunicación
Una de las herramientas más poderosas para afrontar la separación que trae la migración es la comunicación honesta, incluso antes de que alguien parta. Jara comenta que hablar de lo incómodo, preguntarse qué va a cambiar y qué esperan el uno del otro en esta nueva etapa puede evitar malentendidos y aliviar futuros sentimientos de culpa o frustración.
“Es importante construir expectativas realistas: si antes compartían cada día, si practicaban algún deporte juntos o hablaban a diario, ahora será necesario replantear esos hábitos”, añade la experta. ¿Qué momentos podrán seguir compartiendo? ¿Qué nuevas rutinas pueden crear a la distancia? Establecer acuerdos sencillos, como días fijos para llamadas o proyectos en común, ayuda a mantener la conexión sin generar falsas expectativas.
Aunque la distancia física es inevitable, mantener presente a ese ser querido en sus momentos importantes puede hacer una gran diferencia. “Incluirlo en celebraciones, cumpleaños o pequeños logros cotidianos, aunque sea a través de una videollamada o un mensaje especial, ayuda a que el lazo siga vivo y la conexión emocional no se enfríe”, enfatiza Delgado.
En las relaciones de pareja
Delgado afirma que la distancia, si no se cuida, puede volver las relaciones más frías e incluso afectar la intimidad, sobre todo en vínculos de pareja, donde el contacto físico y lo erótico juegan un papel fundamental. Por eso, ser creativos es clave: encontrar nuevas formas de acercarse, sorprenderse y recordarse mutuamente el lugar que ocupan en la vida del otro.
“Es fundamental expresar las necesidades y deseos de cada uno, tanto en la intimidad como en el ámbito general de la relación, para evitar resentimientos y malentendidos. Esto ayudará a conocer si van por la misma vía en la relación”, añade.
Recomendaciones
Recuerde, la distancia cambia la forma, pero no el valor de los vínculos. Con consciencia, apoyo y nuevas metas, es posible seguir construyendo amor y compañía, ¡incluso a kilómetros de distancia! Delgado y Jara recomiendan:
- Redefina sus metas y rutinas: Adapte sus objetivos y actividades a esta nueva etapa, enfocándose en lo que ahora es posible.
- Construya nuevas redes de apoyo: Busque personas con quienes compartir intereses y momentos significativos. No se trata de reemplazar vínculos anteriores, sino de fortalecer su bienestar emocional.
- Practique mindfulness: Mantenga su mente en el presente para gestionar la ansiedad, la tristeza y encontrar calma.
- Priorice el autocuidado: Atienda sus necesidades físicas y emocionales: una alimentación equilibrada, buen descanso y manejo del estrés son claves.
- Cultive un diálogo interno positivo: Trátese con amabilidad. Reconocer y validar sus emociones le permitirá adaptarse de forma más saludable.