La vejez es una etapa de cambios constantes. Esto genera estrés y confusión. Cuando un adulto mayor pierde a su pareja, puede sufrir muchas pérdidas: su seguridad financiera, a su mejor amigo/a, sus contactos sociales, incluso la autonomía en algunos casos, o ver disminuida su fuerza física. Es que el anciano no dispone de recursos orientados para poder detectar y hacer frente a procesos patológicos del duelo.

La psicóloga clínica Cassandra Hidalgo, especialista en bienestar emocional, resalta que es importante la validación de los sentimientos. “Los cambios de carácter y de rutina, muchas veces provocados por las emociones de tristeza, hacen que este tipo de duelo se alargue mucho en el tiempo, y la persona reacciona de manera más rígida a su entorno”, destaca la especialista a SEMANA.

Es un momento para dedicarle tiempo de calidad, de manera que la pena sea pasajera.

Las claves

• El apoyo familiar es fundamental. Debe estar presente, exprésele amor y que sepa que no lo está acompañando por obligación.

• No espere que le pida ayuda. Le cuesta mucho hacerlo. Es importante brindársela sin necesidad de que la solicite.

¿Qué hacer?

1. No lo presione. Para que supere la pérdida. El adulto mayor siente dolor y pena por esa ausencia. Puede sentirse aturdido, agobiado y atemorizado. 
2. No lo abandone. Hay que recordar que la pareja que perdió lo estuvo acompañando por mucho tiempo y que esta pérdida es especialmente delicada y requiere de la atención de todos. 
3. Motívelo a expresar sus sentimientos.
4.  Inclúyalo en las actividades familiares: reuniones, paseos, viajes, celebraciones. Busque ayuda y guía profesional. No lo haga sentir como una carga.