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Alimentación. Los caballos de la hacienda Anchamaza no comen balanceado, solo comen pasto.Angelo Chamba

En Uyumbicho, un asilo recibe caballos jubilados

Un predio del Isspol comprado con aparente sobreprecio hospeda a 26 equinos. Pasean libres sobre prados verdes

Cosaco, Grifin, Terremoto. Son parte de 26 caballos de la Policía que fueron jubilados de la institución. Presentan lesiones, complicaciones médicas o tienen avanzada edad. En un caballo eso implica superar los 20 y 25 años de vida.

Pertenecen a la Unidad de Equitación y Remonta (UER) de la Policía. Desde hace más de ocho meses son libres. Ya no vigilan exhaustos calles, plazas, parques u otros espacios en los que su presencia es requerida junto con la de sus jinetes policías.

Tampoco sufrirán más agresiones por parte de manifestantes violentos que en octubre de 2019 expresaron su malestar en contra de los animales. Por esos días no hubo defensores de los equinos que reclamaran por los ataques que sufrieron los caballos, señalan policías consultados.

Sobre una gran alfombra verde corren, caminan, se mueven. Son caballos blancos, cafés, negros, rojos. Chicharrón, un can de la hacienda Anchamaza de Uyumbicho, se ocupa de impedir que estén inactivos y sufran cólicos que les pueden causar la muerte. De los 26 caballos que pastorean hay ejemplares con lesiones, otros están ciegos, tienen problemas de articulaciones o daños en sus caderas. 

La existencia de esos prados verdes solo se conoció hace casi un año cuando un oficial hizo conocer a la UER que la propiedad pertenecía al Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol).

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Ese es uno de los predios del Isspol que habrían sido adquiridos con aparente sobreprecio. Se encuentra en investigación en la Fiscalía. El sargento Diego Lozada es aficionado a los caballos. Por eso no le cuesta ocuparse del cuidado de los jubilados. Con la ayuda de Chicharrón y otros canes los mueve, cuida y cambia de potrero.

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    Encargado. El sargento de la Policía Diego Lozada está a cargo del cuidado de los equinos.Angelo Chamba
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    Encargado. El sargento de la Policía Diego Lozada está a cargo del cuidado de los equinos.Angelo Chamba

La hacienda Anchamaza de 26 hectáreas, con avalúo catastral de 500.000 dólares y avalúo comercial de 3,5 millones, fue adquirida en 2015 en 14,5 millones de dólares. Tenía proyección de un proyecto inmobiliario que no se concretó. En el sitio existen varias edificaciones que se caen en pedazos. En la mejor conservada vive Diego.

El sargento Lozada cuida de los equinos. Dice que ellos no comen balanceado, solo pasto. Debe estar pendiente que no sufran accidentes en las quebradas que rodean la hacienda.

Todos los caballos tienen nombres. Por ejemplo Cosaco, que es uno de los más antiguos.

Diego lozada, sargento de la Policía

Esas quebradas recogen el agua proveniente de las cunetas de la avenida Simón Bolívar. Lozada explica que los equinos son parte de los activos de la Policía. No se puede regalar ni venderlos. Tienen seguro de vida.

Cuando uno de ellos muere debe notificar al veterinario, acudir al teniente político. Se le practica la necropsia y se levanta un protocolo con las causas de la muerte. Se hacen fotos y otros registros. La necropsia se hace en el sitio del deceso y la sepultura en un lugar cercano.

Los jubilados llegaron a ese sitio antes de mediados de 2020. Por esas fechas es verano en el sector y el alimento escasea. Antes permanecían en los predios de la UER en Tambillo, en el cantón Mejía. No viven mucho tiempo, pero lo que les resta permanecen libres.