salinas
Los vendedores de artesanías y las personas que trenzan el cabello de las bañistas también pudieron tener ingresos, aunque mínimos, en estos días.JOFFRE LINO / EXPRESO

El turismo usa la creatividad para sobrevivir a la pandemia

El sector y el comercio afín se apoyan en promociones para atraer clientes.  7.000 familias en Santa Elena obtienen ingresos de la actividad turística

“Algo es algo”, dijo ayer Luis Tenempaguay, propietario de un restaurante al pie de la playa en el balneario de San Pablo, al referirse a las ventas en su local en el único día de feriado por el Día Internacional del Trabajo. El negocio no estuvo de lo mejor, pero comparado con los otros días de la semana desde que comenzó el estado de excepción, hubo una leve mejoría en los ingresos. “Creció en un 10 % y se pudo por lo menos salvar algo del capital de lo invertido”, comentó.

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El comerciante se las ingenió para lograr atraer a más clientes con una promoción: “comen 5 y pagan 4”. De esta forma logró que las personas se acerquen a su negocio. La oferta la publicó en redes sociales y además la hizo conocer vía telefónica de forma directa a quienes acuden regularmente a su negocio para que, en caso de que tengan planificado visitar la playa pese al segundo fin de semana de confinamiento en el marco del estado de excepción vigente, accedan a la oferta gastronómica que promociona.

Raúl Menoscal, dueño de una cevichería en Ballenita, en cambió obsequió las bebidas que acompañaron cada uno de los platos que ofreció. “En estos tiempos de pandemia hay que emplear formas creativas para poder vender”, manifestó. Menoscal fue otro de los que vieron mejorar sus ventas ayer.

Aunque en los hoteles no se llegó ni al 5 % de ocupación, hubo lugares que invitaban a pasar el confinamiento cerca de la playa. “Pagan solo el viernes y se regresan el lunes. Les ofrecemos piscinas, gimnasio, canchas deportivas y la vista al mar”, indicó Stalin Gómez, administrador de un centro vacacional en Montañita.

Carlos Abad, presidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, señaló que desde octubre del año pasado, cuando se flexibilizaron las medidas de confinamiento en la Península, los negocios que ofrecen servicios turísticos empezaron a tener algo de ingreso; pero con la medida vigente desde el 23 de abril hasta el 20 de mayo próximo están al borde de la quiebra. “No viene nadie. Hasta antes del feriado de Semana Santa, el promedio semanal de reservaciones hoteleras estaba en un 25 %. Ahora no se llega ni al 2 %. Es una grave situación que nos tiene desesperados”, relató el dirigente.

Según datos de la Alcaldía de Santa Elena, en los 22 balnearios del borde costero de la Península existen 7.000 familias que obtienen ingresos económicos de manera directa e indirecta del turismo, por lo que el cierre de playas merma considerablemente la actividad que les permite sobrevivir. “Si me quedo encerrado acá, con seguridad a mí y los chicos se nos va a ocurrir bajar a la playa, y no quiero tener problemas. Mejor me regreso con mi familia a Guayaquil y la pasamos en casa”, dijo el visitante Allan Villalva, quien por un momento pensó confinarse el fin de semana en Salinas.