La actriz volvió a TC, donde trabajó por más de una década, para integrar el elenco de ‘Calle amores’.

Sofia Caiche: “En Calle amores, soy una buena mala”

La actriz regresa a TC como parte del elenco de la telenovela. Habló con EXPRESIONES sobre su carrera y su situación sentimental.

Delgada, con 121 libras y con un juvenil corte. Así luce Sofía Caiche, quien está de regreso en TC, empresa en la cual laboró 15 años. Ella es parte de la telenovela Calle amores y el próximo mes retomará el teatro con la obra Infieles.

¿El cambio de look es por la telenovela o porque de vez en cuando es necesario renovar?

Ya lo necesitaba. Siempre he tenido el cabello largo. En mis 38 años de vida es la primera vez que me lo dejo corto. Ahora el color es castaño. Me costó porque toma tiempo que crezca el pelo. Internamente se efectúan cambios, también es importante hacerlos físicamente. Tenía miedo porque no a todo el mundo le queda este estilo.

Hace un año y medio se sometió a una operación de estómago. ¿Cómo se siente?

Mido 1,64 metros y mi peso ya está de acuerdo con mi estatura. Como un poco más, cada tres horas. Al inicio sentía náuseas. Dejé el entrenamiento, pero lo retomaré.

Volvió a TC por la puerta grande...

Regresé formalmente después de dos años. En Calle amores, soy una buena mala. Esta propuesta fue un milagro porque no me lo esperaba. Se dio cuando volví de Estados Unidos. Estaba un poco preocupada sin estabilidad laboral en una producción. Sigo en el segmento Sin pelos en la radio del programa Sábanas al aire de La Otra. Gracias a Dios, Cheo Navarrete me permitió trabajar en los horarios que podía. Yo estoy haciendo una maestría en Administración en el Ecotec y no la puedo dejar. He invertido dinero, esfuerzo y tiempo. En noviembre, Ecuavisa me ofreció una participación en la segunda parte de Sharon, La Hechicera, pero por horarios no pude aceptar.

En este regreso hubo sentimientos encontrados y además en TC están algunos de sus examores...

En TC crecí profesionalmente, fui mamá dos veces (Piero de 17 y Renata de 9), participé en muchos proyectos. Ingresé a los 20 años. No sé de qué amores habla. Y si no me acuerdo, no pasó (risas).

¿Se quedará una larga temporada?

Por ahora estaré mientras dure mi personaje o la temporada. Le doy vida a Priscilla Buenaño. Espero que me tomen en cuenta para las nuevas producciones, ya planifican las del 2020. El año pasado estuve en el reality Buscando a mi media naranja de De boca en boca.

¿No descarta incursionar en la política de nuevo?

Me gusta, espero estar en alguna lista importante en un futuro. Aspiro a trabajar con madres solteras y a favor de los animales. Me llama la atención la ayuda social, por ello me sigo preparando.

¿Continuará en el teatro?

En agosto en el Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro se presentará la obra Infieles. Es la historia de cuatro mujeres con personalidades diferentes, que experimentan la infidelidad. Nos interesa llevarla a otros lugares, fuera de Guayaquil.

¿Usted ha sido infiel?

Jamás, pero a mí me han sido infiel mil veces. He llevado cuernos como Rodolfo, el reno. En mis 38 años no me arrepiento de nada. He madurado, sé lo que quiero, a lo que aspiro y lo que merezco.

Siempre ha hablado de su vida amorosa, ahora es más prudente...

Hablaré de mi vida sentimental de nuevo cuando esté casada. Ahí sabrán que lo estoy. Deseo contraer matrimonio y tener un hijo más. Quiero un hombre que sume, visionario, que entienda mi trabajo, un profesional. Un compañero real, no importa si es gordo o flaco, chiquito. Si estoy sola o no, lo guardo para mí.

¿La TV y el teatro no son sus únicos medios de subsistencia?

Mis redes sociales también son mi fuente de ingresos para cubrir gastos. Conmigo no funcionan los canjes. No he prostituido mis redes. Yo cobro por publicación. Prefiero manejar dos o tres marcas grandes. Además animo eventos y asesoro como relacionista pública a una empresa. Y tengo un emprendimiento, Los chifles de La Caiche. Estoy aprovechando el tiempo, para aprender y producir.

Callar es de inteligentes

Es inevitable preguntarle por la separación de su expareja Fernando Villarroel y Paola Olaya.

(Hace una seña con una de sus manos indicando que cerrará su boca) Puede poner una lengua y un cierre, o el emoticón de un cierre. Me abstengo de opinar. Prefiero callar, porque callar es de inteligentes. Estoy ocupada en mi presente y mis proyectos.

Usted terminó mal con Fernando y hubo ciertos enfrentamientos con su esposa...

Aprendí a perdonar de corazón, dejé ir lo negativo, las malas vibras. De lo contrario, no llegarían cosas buenas a mi vida. Jamás me podré alegrar por las desgracias o problemas de alguien.

Vito Muñoz, otra expareja suya, está a punto de convertirse de nuevo en padre.

Me alegro porque tiene un bonito matrimonio, una mujer hermosa. Un hijo es una bendición.