La jueza Luz María Guevara reinstaló en el Complejo Judicial Norte la audiencia preparatoria de juicio en el caso del asesinato de dos militares y un policía ocurrido el 30 de septiembre de 2010, durante la revuelta policial.

La magistrada dictó sobreseimiento para todos los procesados en el caso 30S. Dijo que la Fiscalía no individualizó las acciones de cada uno ni dijo quien disparó las armas que causaron los decesos. Llamó la atención a la fiscal Claudia Romero por la ligereza en la investigación.

La protesta policial se originó en la aprobación de la ley de servicio público que estuvo a cargo de la mayoría correísta en la Asamblea que, según ellos, eliminaba beneficios a los que tenían derecho.

Oficiales en servicio activo y pasivo son los sospechosos del presunto delito de homicidio. Tres uniformados acudieron a la diligencia que se cumple en el cuarto piso. La mayoría de las partes, incluida la fiscal Claudia Romero, se conectaron de forma virtual.

La jueza inició la lectura de la resolución individualizando los nombres de los procesados.

Luego leyó los elementos anunciadas para su práctica como pruebas en el caso de un llamado a juicio en el caso del asesinato del policía Froilán Jiménez y los militares Jacinto Cortez y Darwin Panchi. Entre otras mencionó, por ejemplo, el documento de la operación Rescate, informes de la presencia de francotiradores en los alrededores del hospital de la Policía, los protocolos de autopsia, oficios y otros elementos.

El 30 de septiembre de 2010 el expresidente Rafael Correa acudió al Regimiento Quito en dónde se quemaban llantas y se habían congregado los uniformados. Ingresó con su seguridad, recibió agresiones y luego se refugió en el hospital de la Policía de donde fue extraído por militares que llegaron desde repartos como la Brigada Patria. Ese día hubo al menos cinco fallecidos, cuatro uniformados y un civil. El de Jiménez, Cortez y Panchi es el único que aún no tiene responsables.