
Sistema de inteligencia se quedó corto en Ecuador ante los atentados con explosivos
Expertos sugieren analizar los efectos de las operaciones contra bandas criminales. Miran preocupación en procesos políticos
El Gobierno atribuye la seguidilla de atentados al Grupo de Delincuencia Organizada (GDO) Los Lobos. Así lo manifestó el ministro del Interior, John Reimberg, ayer (15 de octubre de 2025). “Serían los autores, en represalia de la destrucción de la minería ilegal en Buenos Aires”, Imbabura, aseguró el funcionario de Daniel Noboa, al explicar los motivos de la explosión ocurrida la noche del martes frente al Mall del Sol, en Guayaquil.
Aquel ataque fue el primero de una serie de eventos terroristas que también se registraron el miércoles en los puentes que conectan al Puerto Principal con Machala y en la vía que une a la capital de El Oro con Cuenca.
Según la tesis del Gobierno, los atentados se efectuaron tras una operación ejecutada por 300 militares en los sectores Mina Vieja, Mina Nueva y Los Olivos, en Buenos Aires, en la cual emplearon aeronaves Super Tucano y “ataques de precisión, apoyados por fuego de morteros, con el objetivo de restablecer el control estatal en la zona”, informó el Ministerio de Defensa.
¿Se podían anticipar los atentados?
Sin embargo, esa misma tesis deja ver una posible falla en los sistemas de inteligencia militar y policial, pues surgen cuestionamientos sobre la falta de anticipación para prever este tipo de atentados, luego de atacar a un grupo criminal.
🇪🇨 𝗠𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗥𝗲𝗶𝗺𝗯𝗲𝗿𝗴: “𝗡𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝘀𝗲 𝗵𝗮𝗯í𝗮 𝗮𝘁𝗮𝗰𝗮𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗯𝗮𝘀𝗲 𝗲𝗰𝗼𝗻ó𝗺𝗶𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗴𝗿𝘂𝗽𝗼𝘀 𝗰𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗹𝗲𝘀”
— Ministerio del Interior Ecuador 🇪🇨 (@MinInteriorEc) October 15, 2025
🎙️ En entrevista con medios nacionales, el ministro del Interior, John Reimberg, informó sobre los recientes… pic.twitter.com/undhYhAGv3
“Acaban de afectar las economías de crimen organizado y el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) debía haber tomado las precauciones del caso. Es ingenuo pensar que esta acción del Estado iba a quedarse allí, se debía anticipar que se podrían tener ciertas retaliaciones. Eso hubiera obligado a tomar otros dispositivos de seguridad frente a una amenaza en curso”, dice el exdirector de Inteligencia del Ejército, Mario Pazmiño.
Mario Pazmiño
“Es una falla del sistema de inteligencia estratégica del Estado por no prever este tipo de eventos, sobre todo si argumentamos que es una respuesta por intervenciones estatales”, coincide el consultor y experto en seguridad, Renato Rivera.
El especialista observa que estos errores del sistema han sido recurrentes, pues la misma organización delictiva ya empleó la misma estrategia durante la presidencia de Guillermo Lasso, ante el traslado de presos y el reordenamiento de los pabellones en las cárceles. “Los Lobos han generado atentados con coches bombas como respuesta de las acciones gubernamentales”, indica.
Falta análisis de las amenazas
Pero, si ya existen esos antecedentes y riesgos, ¿por qué las autoridades reinciden y no anticipan una eventual arremetida? La respuesta estaría en el objetivo que se trazan los sistemas de inteligencia.
“Operan dependiendo de los objetivos que tienen. Quien cubre este tipo de blancos es la Policía Nacional y su sistema de inteligencia porque el tema que se ve allí es de delincuencia, no un objetivo de inteligencia militar. Estamos mirando que no hay una planificación desde el más alto organismo de inteligencia para articular las búsquedas de información que se deben hacer frente a estas amenazas”, asegura Pazmiño.
“Parecería que están más preocupados en el proceso de inteligencia política y no criminal, por eso se requiere una profunda transformación del servicio de inteligencia con controles democráticos y un modelo de gobernanza que evite su utilización perversa para objetivos políticos”, añade Rivera.
Otras posibles causas de los ataques
Si bien podría haberse presentado un defecto en aquellos sistemas, existen otros factores que tampoco se deben minimizar y que han generado otros hechos de violencia en el país.
Los grupos de crimen organizado buscan reorganizarse, controlar territorio y tratan de desgastar al Estado.
Por eso “atacan a objetivos simbólicos como el de Guayaquil, en un lugar de la familia del presidente; buscan controlar rutas clave para el crimen organizado. Se deben considerar otras causas como una reacción y venganza por acciones específicas estatales. Quieren mandar un mensaje de que ellos tienen el control, que pueden generar impacto y legitimar ese liderazgo interno en las facciones criminales”, sostiene Katherine Herrera, experta en seguridad y defensa nacional.
El exdirector de Inteligencia, Plutarco Benavides, tiene un criterio similar. “Era lógico que haya esta repercusión. Es parte de una estrategia de las organizaciones criminales para crear pánico y disminuir las operaciones que van a continuar”. Por ello, el exoficial sugiere realizar un análisis de los “blancos que están descuidados por las circunstancias del país”.
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