
Seguridad en escuelas y colegios: Bullying y reclutamiento en alerta máxima
Un adolescente se suicida tras ser agredido en su colegio. Expertos advierten que militarizar aulas podría causar ansiedad
La seguridad en los colegios ya no se mide solo por la presencia policial afuera, sino por lo que ocurre dentro de las aulas. El bullying y el acoso escolar siguen cobrando víctimas, como Rick, un adolescente de 16 años que se suicidó, o las peleas en el parque Itchimbía, que evidencian violencia entre pares.
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A ello se suma el reclutamiento de menores por bandas criminales. Para enfrentar esta amenaza, el Gobierno lanzó el plan ‘Nos Cuidamos’ el 30 de junio de 2025, que contempla control policial y militar, pero persisten dudas sobre su impacto real.
EXPRESO buscó una respuesta oficial del Ministerio de Educación para conocer cómo se aplicará el plan y qué medidas concretas se tomarán frente al bullying y el reclutamiento. También se consultó sobre protocolos de prevención dentro de las aulas. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no hubo pronunciamiento oficial, generando incertidumbre sobre el compromiso real con la seguridad escolar.
Para Daniel Calderón, exministro de Educación, la violencia escolar, ya sea por bullying o reclutamiento, es un reflejo de un problema más amplio. “La violencia no se inventó en las escuelas, pero las escuelas reproducen lo que existe afuera”, afirmó, criticando el enfoque del plan ‘Nos Cuidamos’.
“La policía debe estar en la calle, no en las aulas”, advirtió, al señalar los riesgos de militarizar los planteles y la necesidad de contención emocional.
Calderón recordó casos como el suicidio de Rick o las peleas entre adolescentes para ejemplificar la falta de apoyo emocional. “Si un joven se gradúa sabiendo la tabla periódica, pero no sabe relacionarse, es igual de fracaso como si se hubiese quedado de año”, cuestionó, resaltando que lo emocional sigue relegado del currículo escolar. Propone una educación integral que incluya lo académico y lo emocional.
Ante esta doble amenaza, Calderón plantea una respuesta estructural: “Un joven con sentido de comunidad no necesita un GDO (Grupos de Delincuencia Organizada) para sentirse parte de algo”. Defendió comunidades educativas seguras porque “no basta con que la escuela esté segura, si al salir, en el parque o en la estación de bus, te matan”. Así, la seguridad debe abordarse en el entorno social, no solo dentro del colegio.
Roxana Ramos, madre de Rick, cuestiona la efectividad de las campañas del Ministerio contra el bullying. Considera que el plan ‘No al bullying’ es “superficial” porque no hay un protocolo específico en donde el alumno o el profesor se sientan en confianza de denunciar varios actos de violencia escolar”.

Además, señala que muchos docentes callan “para no tener problemas”, lo que perpetúa la inseguridad interna. Respecto al plan ‘Nos Cuidamos’, Ramos critica que esté centrado en la seguridad externa. “Por mí debería de haber una emergencia educativa”, dice, recordando la agresión a una adolescente en Quito que le hizo revivir la experiencia con su hijo: “Me hizo recordar una grabación de mi hijo que decía: ‘me echaron un balde de agua y me arrastraron por toda la cancha’”.
Exige un enfoque integral y acompañamiento psicológico real. Ramos sostiene que deben implementarse campañas efectivas, especialmente en escuelas fiscales. “El Ministerio de Educación debería trabajar en conjunto con el Ministerio de Salud”, señala, recordando que este año se han reportado “245 suicidios, entre ellos mi hijo”.
Además, impulsa la Ley Rick, con “protocolos específicos, eficaces, rápidos e imparciales” para respuestas oportunas y justas. La psicóloga Paola Cercado advierte que militarizar colegios debe ser “la última opción” porque la presencia policial puede generar “hipervigilancia crónica, ansiedad o estrés postraumático” en niños.
“La violencia no se erradica con más violencia, se erradica con educación”, recalca. También pide protocolos estrictos que garanticen los derechos y la integridad de los estudiantes.
Cercado plantea que el bullying debe combatirse desde la raíz con programas “obligatorios y constantes de educación emocional y convivencia” desde preescolar. Insiste en “educar con empatía, respeto a la diversidad y resolución pacífica de conflictos”. Además, reclama capacitación docente para detectar y atender signos de acoso y activar protocolos vigentes.
Sobre la prevención del suicidio, la experta enfatiza la urgencia de “acción inmediata”, pues “el silencio institucional puede ser tan letal como el acoso mismo”. Propone atención psicológica urgente, acompañamiento familiar y sanciones claras a agresores, recordando que “el agresor también es un niño que, de alguna manera, es víctima en su entorno”, mostrando la complejidad del problema.
La seguridad escolar enfrenta dos desafíos: la violencia interna, con bullying y sus consecuencias, y la amenaza externa del reclutamiento por bandas.