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La nueva zona gastronómica y turística de la calle Panamá lucía semivacía este 2 de noviembre al mediodía.Alex Lima

El sector turístico espera otro golpe con el estado de excepción y el toque de queda

Los restaurantes piden alargar el horario a las 23:00. Los hoteleros de Playas dicen que esto ‘los hunde’. La ocupación en Santa Elena es del 20 %

Las restricciones de aforo y horario por la pandemia de COVID-19 tuvieron en los restaurantes y patios de comida a uno de los sectores más afectados desde 2020; y ahora el nuevo estado de excepción y el toque de queda decretados por el Gobierno ante la ola de atentados y ataques delictivos de los últimos días, los vuelven a poner a la cabeza de los indirectamente afectados.

“Sin duda, pues la gente solo consumirá como máximo hasta las 19:00 o 19:30”, dice Andrés Aspiazu, presidente de la Asociación de Restaurantes del Guayas (Asorest), consultado por EXPRESO.

Alude al horario del toque de queda establecido por el Gobierno, de 21:00 a 05:00, que rige desde el martes 1 de noviembre en las provincias de Guayas y Esmeraldas, donde se decretó el estado de excepción por un período de 45 días.

“El toque de queda debe ser de 23:00 a 05:00, así no pega tan duro al sector restaurantero”, plantea Aspiazu como alternativa a las autoridades.

Y para defender su propuesta, vuelve a evocar la crisis que debieron enfrentar por la pandemia y, a la vez, a destacar el rol que allí cumplieron.

La pérdida estimada$ 60 millones menos tendrá la "dinamización económica" que suele generar este feriado, según la Fenacaptur. 

“Debe considerárselo como un sector estratégico, como fue las veces anteriores. Nosotros abastecemos comida a las casas ante la falta de víveres o de poder salir”, sostiene.

No obstante, ni siquiera hubo que esperar a la noche para apreciar el impacto del toque de queda en Guayaquil, pues este miércoles 2 de noviembre, a pleno día se apreciaban locales y patios vacíos, como en la nueva zona gastronómica de la calle Panamá.

Junto con ellos, otro sector turístico que también sufrió el impacto económico de la pandemia y que aún busca recuperarse es el de los hoteleros.

“Estoy indignado. Molesto. Todos estamos con deudas. Tratamos de salir y nos hunden”, expresa Luis Laverdy, presidente de la Asociación de Hoteleros de Playas.

“El Gobierno no nos va a reconocer las pérdidas a nosotros. Y ni a los empleados”, agrega el dirigente, quien considera que Playas “es seguro todavía”.

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Aunque este miércoles 2 de noviembre era laborable, la sensación de temor alejó a los ciudadanos de los sitios turísiticos y gastronómicos.Alex Lima

El efecto de la violencia y las medidas para controlarla se extiende fuera de las dos provincias con estado de excepción.

Así lo reconoce el presidente de la Cámara Provincial de Turismo de Santa Elena, Carlos Abad, quien considera que habrá un impacto negativo, aunque no se anima a ponerlo en cifras. Pero anticipa que no habrá el flujo usual de turistas para este feriado, uno de los tres más importantes del año para la provincia junto con el de carnaval y de fin de año.

Y añade que esta situación afecta a la mayor parte de la población de la provincia que ahora vive del turismo.

Quien sí se anima a calcular una cifra es Holbach Muñetón, presidente de la Cámara Provincial de Turismo del Guayas y de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo (Fenacaptur). Entrevistado por Ecuavisa, dijo que de los 80 a 90 millones de dólares “de dinamización de la economía” que suele producir este doble feriado nacional, prevé que haya un impacto negativo de 60 millones de dólares. Es decir, que no se mueva ese monto.

Según los gremios, la ocupación hotelera en Guayaquil y Santa Elena para este feriado es del 20 %. Mientras que en Esmeraldas es del 10 %.

La previsión hoteleraLas cámaras provincias de turismo indicaron que la ocupación hotelera en Guayaquil y Santa Elena será de solo el 20 %.

Finalmente, otro sector vinculado con el turismo que también siente el impacto de la ola de violencia, la inseguridad y las medidas adoptadas por el Gobierno, es el de transporte de pasajeros intercantonal e interprovincial.

Usualmente, el feriado de difuntos moviliza a unas 250.000 personas en la terminal terrestre de Guayaquil, según cifras proporcionadas por la institución. De allí que muchos viajeros procuran anticipar su salida de la ciudad en la víspera. Sin embargo, ayer en la mañana las cooperativas de transporte no cubrían ni siquiera el promedio diario.

Esto ocurría incluso entre las empresas de transporte que viajan a Santa Elena y Azuay, que son junto a Manabí los tres principales destinos en este feriado del año.

La expectativa de los dependientes de las boleterías y de los conductores era que la situación mejorara este jueves, cuando miles de deudos viajen a visitar a sus seres queridos en los cementerios del país.

Klider Campos, directivo de la terminal terrestre, dijo a la prensa que durante estos días incrementarán la seguridad en las instalaciones. El lunes pasado, un atentado en los exteriores de la terminal terrestre Pascuales obligó a cerrar temporalmente esa estación.