Empieza otra etapa. El exsecretario de Inteligencia del gobierno de Rafael Correa, Pablo Romero, está en Ecuador y permanece en el Centro de Detención Provisional de El Inca, en Quito. Ese lugar incomoda a su defensa porque, según dijeron hoy, 22 de febrero de 2020, temen por su seguridad.

En horas de la mañana, los abogados del exfuncionario supuestamente involucrado en el secuestro del político Fernando Balda, llegaron hasta el centro de detención para verificar el estado de su defendido. Dijeron que está bien pero que hay temas que corregir de inmediato.

Lo más urgente, aseguran, es su traslado hasta la Cárcel 4 del norte de la ciudad. El centro alberga a presos como el exvicepresidente de la República, Jorge Glas, y otros simpatizantes del correísmo que enfrentan procesos por corrupción y crimen organizado.

El plan original era cumplir con el traslado del exhombre fuerte de Correa pero aún no se realizaba esa acción.

Lo siguiente será realizar un juicio justo. La defensa espera que Romero pueda defenderse sin que exista una persecución política en contra de los integrantes de la autodenominada revolución ciudadana.

Para el expresidente Rafael Correa, sin embargo, todo el proceso es una acción política. En la mañana, en Twitter, el también investigado por actos de corrupción y hasta secuestro se solidarizó con el capturado.

“Sé que es durísimo para Pablo y su familia, pero el caso Balda se derrumbará. El “juicio” fue otro show. No hubo defensa. Todos estaban aconchabados para involucrarme. Ahora sí habrá defensa”, dijo el expresidente.