MARIO LOPEZ EXPERTO EN SEGUIRDAD COLOMBIA
Es profesor en la Universidad de Caldas, en Colombia. Magíster en Gestión Ambiental para el Desarrollo Sostenible por la Universidad Javeriana. Doctor en Paz, Conflictos y Democracia por la Universidad de Granada.CORTESÍA

Experto en pacificación: "La seguridad no basta, se necesita inversión y comunidad"

Entrevista | El experto en conflicto y pacificación, Mario López, conversa con EXPRESO sobre el reto de enfrentar el crimen

Durante dos semanas, en el cantón Durán, no se reportaron muertes violentas. Este inusual lapso de tranquilidad coincidió con la presencia de más de 1.000 efectivos militares en la zona. Pero la tranquilidad se rompió. Solo entre el 11 y 12 de noviembre, tres personas fueron asesinadas, pese a presencia de policías en las calles.

En medio del contexto de inseguridad que atraviesa Durán, el experto colombiano en conflicto y pacificación, Mario López, conversa con EXPRESO sobre los programas de desmovilización y reinserción insertadas en las comunidades.

- En su primera visita, ¿qué impresión tuvo de la ciudad y del contexto que encontró?

He estado principalmente en la ruta entre el hotel y la universidad. Sin embargo, los primeros días pude recorrer algunas zonas turísticas. En cuanto a las noticias, he seguido de cerca la situación de Durán: los índices de criminalidad están disparados y las disputas entre bandas por el control de rutas del narcotráfico generan un ambiente muy tenso.

- ¿Por qué decidió venir específicamente a Durán y no solo a Guayaquil en general?

La invitación surgió de una egresada de mi universidad que vive aquí y que conoce el trabajo que hemos desarrollado en Colombia en zonas de conflicto armado. Ella consideró que esa experiencia podría ser útil para la Universidad Católica de Guayaquil, como una forma de pensar y diseñar estrategias frente a la conflictividad actual.

El rol de la academia en la pacificación de territorios en conflicto

- Usted menciona el papel de la academia en la construcción de paz. ¿Qué pueden hacer realmente las universidades?

Muchísimo. Primero, hacia adentro: las universidades deben atender los conflictos cotidianos de la vida universitaria, promover mediaciones y garantizar la salud mental de sus comunidades. Segundo, hacia afuera: las universidades tienen responsabilidades con su entorno social, económico y político. No solo forman profesionales; también pueden activar procesos comunitarios, generar investigación útil y contribuir a políticas públicas. En escenarios de violencia exacerbada, este rol es fundamental.

- ¿Ha encontrado apertura en la Universidad Católica de Guayaquil para trabajar en temas comunitarios y de seguridad?

Sí. La universidad tiene una historia reciente de trabajo en sectores comunitarios desde las áreas sociales. Vale la pena revisar esa trayectoria para fortalecerla e integrarla a un esfuerzo más amplio que involucre al Estado, a los gremios, a los empresarios y a otros actores.

operativo militar en Durán
Militares y policías operan en Durán.GERARDO MENOSCAL

Ecuador en el espejo de Colombia: aprendizajes sobre conflictos armados

- Colombia tiene una larga experiencia frente al conflicto armado. ¿Qué aprendizajes pueden trasladarse a Ecuador?

Colombia tiene particularidades: una historia prolongada de conflicto rural y poblaciones muy golpeadas. Muchas de nuestras intervenciones se desarrollaron fuera de las ciudades. En Ecuador, lo que observo es un conflicto mucho más urbano, asociado a la delincuencia organizada. Por eso, la experiencia colombiana debe adaptarse cuidadosamente. No puede copiarse tal cual; hay diferencias claras.

- ¿Cuáles serían entonces las claves para una pacificación urbana en territorios como Durán?

Se requiere una acción estatal fuerte, tanto local como nacional. La violencia se asienta en desigualdades profundas, pobreza y marginalidad. La seguridad es necesaria, pero no basta: debe acompañarse de inversiones en servicios públicos, educación, infraestructura y bienestar social.

A la par, es imprescindible fortalecer las acciones locales: organizaciones comunitarias, redes juveniles, grupos de mujeres, colectivos artísticos. Estas iniciativas generan cohesión y nuevas oportunidades de vida.

- ¿Puede poner un ejemplo concreto de lo que han logrado en Colombia?

Tras el Acuerdo de Paz de 2016, se desmovilizaron cerca de 13.000 personas. Eso abrió un clima de esperanza. En 2017 conformamos un ecosistema académico con universidades nacionales e internacionales y nos desplazamos a las zonas más afectadas. Durante cinco años trabajamos en el fortalecimiento de redes de mujeres, grupos juveniles y colectivos artísticos. El arte jugó un papel fundamental en la recuperación del tejido social. Esto no solo formó a estudiantes y profesores más conscientes, sino que impulsó políticas públicas locales sostenidas por las propias comunidades.

- ¿Estas estrategias -recreativas, educativas, artísticas- también serían aplicables aquí?

Sí. En contextos tan complejos, es clave trabajar con instituciones nacionales y locales en políticas que generen justicia social, y al mismo tiempo activar la vida social desde abajo. Hay que abrir oportunidades, fortalecer vínculos comunitarios y acompañar procesos de mujeres, jóvenes y familias.

- ¿Y qué tan determinante es el financiamiento?

Es imprescindible. No se puede sostener un proceso sin recursos. Se necesitan equipos de trabajo, materiales, logística y continuidad. Las entidades públicas y privadas tienen que comprometerse.

- Tras esta fase exploratoria, ¿planea continuar trabajando con la comunidad de Durán?

Espero que sí. Esto exige presencia activa y colaboración con muchos actores: la academia, los funcionarios y la comunidad. Vamos a ver cómo evoluciona, pero la intención es continuar.

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