
¿Qué pasa en Perú? Protestas, choques y rechazo al nuevo presidente José Jerí
Las marchas, lideradas por jóvenes, derivaron en enfrentamientos con la Policía frente al Parlamento
Perú vive una nueva ola de protestas encabezadas por jóvenes de la generación Z y gremios laborales contra el presidente José Jerí y el Congreso. Las movilizaciones en Lima derivaron en enfrentamientos con la Policía frente al Parlamento, mientras que en regiones como Arequipa, Cusco y Huancayo se repitieron las marchas. El descontento crece por denuncias contra Jerí, reformas impopulares y el aumento de la inseguridad.
La Policía Nacional del Perú dispersó este miércoles 15 de octubre a cientos de manifestantes que llegaron hasta los exteriores del Congreso, en una marcha que se replicó en diversas ciudades del país contra el presidente José Jerí y el Parlamento.
Los incidentes se produjeron cuando los jóvenes y colectivos sociales que avanzaban hacia el centro histórico de Lima intentaron derribar las rejas de seguridad colocadas por los agentes para impedir el acceso al Legislativo. Algunos encendieron fuego cerca de los uniformados y lanzaron botellas y objetos contundentes.
Ante el intento de ingreso, la Policía respondió con gases lacrimógenos para dispersar a los grupos y restablecer el orden en la zona. Cientos de efectivos formaron un cordón de seguridad para empujar a los manifestantes hacia un puente que conduce al distrito del Rímac, mientras otro grupo quedó retenido detrás del cerco policial en la avenida Abancay.
La generación Z encabeza las protestas
Entre los manifestantes destacaron jóvenes de la denominada Generación Z, acompañados por gremios laborales, colectivos feministas, partidos políticos y sindicatos. La movilización exigió la renuncia del presidente Jerí y el cierre del Congreso, al que acusan de mantener acuerdos políticos que sostuvieron a Dina Boluarte hasta su destitución por “incapacidad moral”.
El rechazo juvenil también apunta a las denuncias de presunto abuso sexual contra Jerí y al hartazgo generalizado frente a los principales partidos políticos del país, acusados de corrupción y de aprobar leyes que —según los manifestantes— favorecen a organizaciones criminales y perjudican a los ciudadanos, como la reforma del sistema privado de pensiones.
Protestas en Arequipa y otras regiones
La tensión también se trasladó a regiones como Arequipa, donde se registraron enfrentamientos entre policías y manifestantes que intentaban ingresar a la plaza principal. En esa ciudad se desarrolla el X Congreso Internacional de la Lengua Española, con la presencia del rey Felipe VI de España, lo que aumentó el nivel de resguardo.
En Huancayo, Chiclayo, Cusco, Ayacucho, Iquitos y otras urbes, miles de ciudadanos marcharon portando banderas y carteles con mensajes como “Este gobierno no me representa” y “Jerí violador”, reflejando la indignación nacional.
En Chiclayo, una enorme bandera del Perú fue sostenida por profesores y jóvenes del magisterio público, mientras en Huancayo los comerciantes del mercado Modelo exigían el fin del Congreso y nuevas elecciones.

Artistas también se unen al reclamo
Entre los manifestantes de Lima también participaron artistas y figuras públicas, entre ellas la reconocida cantante y exministra de Cultura Susana Baca, quien marchó en protesta por los recientes ataques de extorsionadores a grupos de cumbia como Agua Marina y Armonía 10, hechos que dejaron heridos y un músico muerto.
La presencia de Baca fue interpretada como un mensaje simbólico de respaldo al reclamo ciudadano por seguridad y justicia, en un país golpeado por el incremento del crimen organizado.
El Gobierno responde con un sobrevuelo
Mientras las protestas se desarrollaban, el presidente José Jerí, junto al ministro del Interior, Vicente Tiburcio, el comandante general de la Policía Nacional, Óscar Arriola, y el alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, sobrevolaron la ciudad para supervisar las operaciones de seguridad.
El Ejecutivo aseguró que su prioridad es mantener el orden público y llamó al diálogo, aunque hasta el cierre de esta edición no se registraron acercamientos con los colectivos ciudadanos.

Un país en tensión política y social
Las marchas contra Jerí reflejan el profundo desgaste institucional y político del Perú, tras una década marcada por destituciones presidenciales, denuncias de corrupción y crisis de legitimidad.
Las manifestaciones se dan apenas cinco días después de que José Jerí asumiera el poder, luego de la destitución de Dina Boluarte (2022-2025), y en medio de denuncias que complican su permanencia en el cargo.
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