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Coronavirus: la pandemia podría llevar a la pobreza a más de 500 millones de personas

El Covid-19 está generando consecuencias económicas devastadoras en todo el mundo, pero los países pobres serán los más afectados.

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El Banco Mundial prevé la primera recesión en 25 años en África a causa de la pandemia.EFE

Con los sectores productivos parados, la economía varada y la crisis sanitaria que el mundo atraviesa, el confinamiento impuesto para frenar el avance del coronavirus podría generar más estragos de los que ya palpamos. Y es que según un estudio realizado por la ONG Oxfam, cerca de 500 millones de personas podrían terminar sumidas en la pobreza.

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El informe titulado “El precio de la dignidad” vaticina este escenario debido a la falta de planes de ayuda a favor de los países de menos ingreso, lo que daría como resultado que entre un seis y ocho por ciento de la población mundial sufra déficits en su economía.

Oxfam subraya que las medidas adoptadas por buena parte de los gobiernos para frenar al Covid-19, podría suponer un retroceso de una década en la lucha contra la pobreza, y de hasta 30 años en algunas regiones, como África y Oriente Próximo.

“Según el supuesto más grave de una contracción del 20% en los ingresos, el número de personas que viven en la pobreza podría aumentar entre 434 millones y 611 millones”, recalca el estudio estructurado con datos recolectados por investigadores del King’s College de Londres y la Universidad Nacional Australiana.

Las estimaciones del Banco Mundial para 2018, señalaron que cerca de 3.400 millones de personas vivían con menos de 5,5 dólares al día. Pero de cumplirse las estimaciones de Oxfam, tras la pandemia más de la mitad de la población mundial podría vivir en condiciones de pobreza.

Los más afectados serán los países más pobres, sin sistemas de protección social, al igual que las poblaciones desfavorecidas, como las mujeres.

Para evitarlo, la ONG recomienda que se generen planes de ayuda financiera directa para las personas más afectadas, dándole prioridad a las pequeñas empresas.

Por otra parte, sugiere la cancelación de los reembolsos de la deuda de los países más pobres, por lo menos para este año. Tomando como ejemplo a Ghana, que podría “proporcionar 20 dólares al mes a cada uno de los 16 millones de niños, discapacitados y ancianos del país durante seis meses” si se liberase de los plazos de pago de la deuda.

Sumado a esto, aconseja brindar apoyo a los países más pobres a través de un aumento de al menos un billón de dólares en derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional, gravando impuestos de solidaridad de emergencia a los beneficios extraordinarios, las grandes fortunas, los productos financieros especulativos y las actividades que tengan un impacto negativo en el medio ambiente.

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Oxfam también hizo énfasis en el golpe que las mujeres tendrán en su situación económica. Con referencia a esto, José María Vera, director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, mencionó: “están en la primera línea de la respuesta al coronavirus y tienen más probabilidades de ser las más perjudicadas económicamente. Constituyen el 70 % de la fuerza laboral en el sector de la salud en el mundo, y se ocupan del 75 % del trabajo de cuidados no remunerado, lo que incluye el cuidado de los hijos, de las personas enfermas y de las personas mayores”.

El informe también subraya que, al inicio de la crisis, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó una destrucción de 25 millones de empleos en todo el mundo, más que durante la crisis económica de 2008, pero las estimaciones actuales de apuntan a que solo en Estados Unidos podrían perderse 37 millones de puestos de trabajo.

Por lo que instó a los gobiernos a poner en prácticas las lecciones que dejó la crisis global de 2008, cuando se aplicaron medidas de rescate a los bancos y grandes empresas “a costa del resto de la ciudadanía, que tuvo que asumir la destrucción de puestos de trabajo, la congelación de los salarios y enormes recortes a servicios básicos como la atención médica”. Según recomendó Oxfam, las medidas deben ahora apoyar a la clase trabajadora y a las pequeñas empresas.

La organización hizo esta advertencia antes de las reuniones de abril del FMI y del Banco Mundial, así como de los ministros de Finanzas del G20. Todas ellas se celebrarán por videoconferencia.