
¿Bombardeo de EE. UU. a Irán cambia las reglas del juego? Los posibles escenarios
El ataque de EE. UU. e Israel a Irán eleva el riesgo de una guerra regional y sacude el equilibrio global
La noche de este sábado 21 de junio de 2025, el mundo entró en una nueva fase de tensión. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que su país ejecutó una operación militar “masiva y precisa” contra las principales instalaciones nucleares de Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. Así, la potencia norteamericana entra de lleno en un conflicto que hasta horas antes parecía aún abierto al diálogo.
“Las instalaciones clave han sido completamente obliteradas. Irán, el matón del Medio Oriente, debe ahora hacer la paz. Si no lo hace, los próximos ataques serán mucho mayores y mucho más fáciles”, declaró Trump en un mensaje transmitido al mundo.
La operación, llevada a cabo con bombarderos B-2 y munición penetrante, fue calificada por el mandatario como un “espectacular éxito militar”.
Una apertura al diálogo que no fue suficiente
Antes del bombardeo, el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, mantenía encuentros diplomáticos en Estambul y había reiterado que Irán estaba dispuesto a negociar, aunque bajo la condición de que cesaran los ataques israelíes. El presidente iraní, Masud Pezeshkian, incluso conversó directamente con Emmanuel Macron, y según el Elíseo, se habría acordado “acelerar” una posible salida negociada al conflicto.
Sin embargo, Araqchí también advertía, con dureza: “Una entrada de Estados Unidos en esta guerra sería muy desafortunada y muy, muy peligrosa para todos”.
Al mismo tiempo, los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Teherán, lanzaban una amenaza directa a Washington: “Si EE.UU. se involucra junto a Israel, atacaremos sus barcos y buques de guerra en el mar Rojo”, dijo su portavoz militar.
Nueve días de guerra, cientos de muertos
Hasta ese momento, el conflicto entre Israel e Irán llevaba nueve días de misiles y bombardeos cruzados. El gobierno iraní actualizó su cifra oficial a 430 muertos; en su mayoría civiles, incluyendo mujeres, niños y personal médico y más de 3.000 heridos. La ONG HRANA, con sede en EE. UU., eleva el balance a 722 muertos.
Israel, por su parte, mantiene en 24 su número de víctimas desde el lunes, aunque ha intensificado sus ofensivas, incluyendo un bombardeo a gran escala sobre la planta de Isfahán.
Trump: sin espacio para retroceder
El presidente Trump, lejos de reconocer las señales diplomáticas, adoptó un discurso desafiante, agradeciendo públicamente a Benjamín Netanyahu y a las fuerzas armadas israelíes. Además, anunció que si Irán no acepta la paz, Estados Unidos atacará nuevos objetivos “en cuestión de minutos”.
“Miles han muerto por el odio iraní. Muchos fueron asesinados por Soleimani. Esto no puede continuar. Que Dios bendiga al Medio Oriente, a Israel y a Estados Unidos”, cerró el presidente.
Repercusiones inmediatas
Geopolítica regional: Irán podría considerar esto como una declaración de guerra. Grupos como Hezbolá o los hutíes pueden activar ofensivas.
- Alianzas bajo tensión: Europa pide contención; Rusia y China condenan la acción.
- Crisis energética: El estrecho de Ormuz está en riesgo. El petróleo sube.
- Inflación global: Aumenta la presión sobre mercados internacionales ya debilitados.
- Amenaza mundial: Si Irán responde fuera de la región, la OTAN y otros actores podrían verse arrastrados.
¿Y ahora qué?
Irán aún no ha lanzado una represalia oficial, ni se ha pronunciado oficialmente, pero altos mandos ya habían prometido que la respuesta sería "contundente y global". Turquía, Francia y Alemania intentan rescatar el camino diplomático, aunque el margen parece más estrecho que nunca.
El presidente Trump, en cambio, dejó claro que no esperará mucho más: “Si la paz no llega pronto, iremos tras los demás objetivos con rapidez, precisión y destreza”.
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