Premium

MARIO GODOY CONSEJO JUDICATURA
El presidente del Consejo de la Judicatura, Mario Godoy.ARCHIVO: CONSEJO DE LA JUDICATURA

Mario Godoy es todavía el hombre del gobierno para el control judicial

Análisis | El CPCCS, la Asamblea Nacional, la Corte Nacional... el control de la Judicatura se juega en todos los frentes

En el operativo montado para controlar el Consejo de la Judicatura, al noboísmo le está resultando todo bien hasta el momento.

Ya el pleno del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) hizo su parte: este miércoles 25 de junio, atribuyéndose funciones que no le corresponden y en abierta violación al reglamento respectivo, alegando un presunto incumplimiento de requisitos que no se dieron el trabajo de verificar debidamente, eliminaron a uno de los integrantes de la terna enviada por la Corte Nacional, de la que saldrá no un vocal cualquiera sino el propio presidente de la Judicatura: el jurista Edison Toro quedó fuera del concurso no por razón particular alguna sino simplemente para hacer espacio.

El siguiente paso es ineludible: una sesión extraordinaria de los 21 jueces de la Corte Nacional tendrá lugar en los próximos días con el fin de designar a su reemplazo. Si todo sale como está planeado, el espacio libre de la terna será ocupado por la misma persona que hoy se desempeña como presidente del Consejo de la Judicatura: Mario Godoy. Parece que ya existe, en el máximo tribunal de la nación, una mayoría que lo respalda. En la actualidad el Pleno de la Corte Nacional cuenta sólo con diez jueces titulares de los 21 que lo integran, once son conjueces y jueces suplentes muchos de los cuales fueron nombrados por el propio Godoy y que, en todo caso, aspiran a una titularización que sólo él está en condiciones de ofrecerles.

El rol de Mario Godoy en el plan del control judicial

La idea, claro, es reelegir a Godoy. Con el fin de mantenerlo artificiosamente en su cargo, el Ejecutivo lleva ocho meses retrasando el proceso de renovación de la Judicatura: tenía hasta octubre del año pasado para enviar su terna y sigue sin hacerlo. Además, ni bien el oficialismo logró el control de la Asamblea, anuló tramposamente la terna correspondiente a ese poder del Estado, terna que ya había sido designada en la legislatura anterior, con el único propósito de no enviar ninguna otra.

Este control es de la máxima importancia para el gobierno, además de por todas las razones obvias, por estas dos: se trata de la Judicatura que tendrá a su cargo la organización del concurso para elegir a los nuevos integrantes de la Corte Nacional, y en sus manos recaerá el poder de declarar en emergencia la Función Judicial, en aplicación de las nuevas reformas aprobadas por la Asamblea esta misma semana. La emergencia de la Función Judicial otorgará al presidente de la Judicatura el poder de nombrar jueces a dedo y de destituir a los jueces que quiera tras una evaluación sumaria. Godoy, de quien se dice en los pasillos de ese organismo que no mueve un dedo sin el visto bueno de Carondelet, sigue siendo ideal para el cargo.

PLENO CPCCS
Johanna Verdezoto, Piedad Cuarán, Jazmín Enríquez y David Rosero se prestaron para el sainete de Andrés Fantoni.ARCHIVO: CPCCS

El sainete del Consejo de Participación en la renovación de la Judicatura

Lo de este miércoles en el CPCCS fue un sainete. La consejera Johanna Verdezoto, cuyo gran rabo de paja la mantiene fiel al gobierno mientras quiera conservar su libertad y su cargo, auspició, con la complicidad del presidente Andrés Fantoni, una denuncia presentada por un ciudadano contra el postulante Edison Toro, de la terna de la Corte Nacional. Según esa denuncia, Toro se desempeña como conjuez del Tribunal de lo Contencioso Electoral, lo cual lo inhabilita para postular a cualquier cargo. Sin embargo, lo que el denunciante pide es que se traslade el caso a la Comisión Técnica de Selección para que verifique el asunto. Y tiene razón: según el reglamento de selección de integrantes del Consejo de la Judicatura, esa Comisión Técnica es la única que tiene la competencia de revisar los requisitos de los postulantes.

A Verdezoto y a Fantoni les dio lo mismo: con el argumento de que se trata de una “situación no prevista”, pasaron a resolverla de manera sumaria y expedita. Precedente nefasto: de ahora en adelante, en cualquier proceso de selección de autoridades, el pleno del CPCCS podrá filtrar a voluntad a los postulantes que le disgusten. Dos consejeros se opusieron: Gonzalo Albán y Nicole Bonifaz.

Johanna Verdezoto, Mario Godoy y José Suing protagonizan el plan

La coyuntura es ideal para recordar algunos detalles sobre la identidad de los protagonistas.

Primero, la bien mandada Johanna Verdezoto. De ella se descubrió que, mientras se desarrollaba el concurso para elegir defensor público, mantenía reuniones secretas e indebidas con uno de los candidatos, Daniel Frías, famoso porque se movilizaba en un auto que pertenecía al narcotraficante Leandro Norero. Además, fue acusada de concusión por chanchullos peseteros relacionados con el bono de arrendamiento que ofrece el CPCCS a sus consejeros que vienen de provincias. Según la denuncia, ella lo recibía pero vivía con un novio en un departamento de él, mientras forjaba un contrato de arrendamiento ficticio para seguir cobrando. Continúa en el cargo no a pesar de estos antecedentes sino precisamente debido a ellos: el gobierno sabe que hará lo que se le pida.

Segundo, Mario Godoy. Llegó a la presidencia de la Judicatura gracias a una maniobra coordinada de ADN y el correísmo, en cuyo gobierno sirvió. Fue abogado defensor de los narcotraficantes Eduardo y Juan Pablo Larrea y mintió sobre su relación con ellos: dijo que esos “dos sujetos” (que resultaron ser sus cuñados) lo buscaron para un asunto “administrativo”: exigir una rectificación a un canal de televisión sobre una noticia publicada. Y que no sabía que eran narcos. Resulta que el caso consistía, precisamente, en desmentir una noticia (que era verdadera) sobre la captura por la DEA de un par de sus narcoavionetas. Es decir: el papel de Godoy era encubrir a sus cuñados narcotraficantes.

Tercero, José Suing. El presidente de la Corte Nacional, a quien corresponderá la decisión final de designar a la persona que llene el vacío creado en su terna, es famoso por complacer al Ejecutivo en la confección de ternas a la medida. Llegó al extremo inaudito de incluir en una terna anterior, para el mismo Consejo de la Judicatura, nada menos y nada más que al propio representante jurídico de ADN, Hugo Landívar. Descalificado éste por razones distintas a su filiación política, Suing lo reemplazó por el que le pidieron: Mario Godoy. Es gracias a Suing que Godoy es presidente de la Judicatura. Ahora no tiene sino que repetir.

En el nuevo Ecuador, como se ve, el sistema de Justicia está en las mejores manos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!