Efecto. El camino intransitable era, hasta el sábado, la vía principal.

“Y la montana se caia”

Los perros anunciaron la tragedia. Sus ladridos se dirigieron a la oscura loma del sector La Juanita, en Quinindé, Esmeraldas. Silvio Cumbicos y su familia dejaron de mirar la televisión en la sala para observar a los canes, la noche del sábado 30 de a

Los perros anunciaron la tragedia. Sus ladridos se dirigieron a la oscura loma del sector La Juanita, en Quinindé, Esmeraldas. Silvio Cumbicos y su familia dejaron de mirar la televisión en la sala para observar a los canes, la noche del sábado 30 de abril.

“Un vecino nos gritó que dejáramos la casa, porque la montaña se caía”, relató ayer Cumbicos, de 24 años, mientras sacaba las cosas de su vivienda, que se cuarteó.

Ese día, la carretera empedrada de este sector esmeraldeño se partió. La afectación se produjo en aproximadamente dos kilómetros de esta vía.

Dolores Villegas, jefa de la Unidad de Riesgos del Municipio de Quinindé, dijo que el incidente pudo haberse producido por las constantes réplicas suscitadas tras el terremoto del 16 de abril. Sin embargo, la funcionaria indicó que un equipo de geólogos hará un análisis de la situación.

Además de los Cumbicos, otras diez familias resultaron perjudicadas. Después del incidente, los afectados fueron evacuados a los hogares de otros parientes, tanto en Quinindé como en el sector llamado Mirador.

La representante municipal también explicó que el camino no fue el único destrozado. Calculó que existen alrededor de 300 metros de piso hundido en los costados de la vía.

La familia Cumbicos salió despavorida luego de las 19:00 hacia la casa de un pariente cercano. Al día siguiente, ellos regresaron a la edificación, cuyos muros estaban rotos. El cemento del patio se levantó como la costra de una herida.

Las entrañas rojizas del piso salieron a flote. Incluso una fracción de la vía se hundió alrededor de tres metros. Eso creó un muro que debían sortear los moradores que cruzaban el caserío.

Zoilo Castillo, morador de La Juanita, utilizaba un machete para rozar las hierbas del costado de la carretera. De esa manera ayudaba a los transeúntes a caminar sin tantos inconvenientes.

Hoy está previsto que se lleve a cabo una minga para intentar arreglar los espacios destruidos. “Vamos a usar maquinaria para esta labor mancomunada. Eso permitirá que la gente no camine tanto”, manifestó Dolores Villegas.