
La Iglesia reconoce el derecho a la protesta pacífica y llama a la paz y a escucharse
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana se pronunció pidiendo a las partes dialogar
"La paz no se construye con la fuerza ni con la imposición, sino con la justicia, verdad y solidaridad. En palabras del Papa León XIII, hace más de un siglo, nos recuerda que "no puede haber verdadera paz, donde no se respeta la justicia, y no hay justicia sin verdad ni caridad", dice la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, la tarde del miércoles 1 de octubre del 2025, cuando se cumplen nueve días de paro nacional.
A través de un comunicado, la Iglesia señala que Ecuador atraviesa un momento delicado de tensión social y política, cuyas causas estructurales se evidencian en problemas y malestares profundos. El 12 de septiembre, a través del decreto 126, el presidente Daniel Noboa eliminó el subsidio al diésel. Y la Conaie, entre otras organizaciones de la sociedad, como gremios universitarios y sindicatos, mantienen una movilización.
El domingo 28, Efraín Fuerez, comunero de Cotacachi, murió, en medio de las protestas. La Conaie ha responsabilizado al Ejército de la vida de esa víctima. Soldados están retenidos por esas comunidades de Imbabura y han sido sometidos a un proceso de justicia indígena. Organizaciones de derechos humanos han evidenciado la represión y criminalización.
En ese escenario, la Iglesia afirma que: "solo un diálogo franco y permanente será siempre la vía más fecunda para encontrar soluciones a los problemas de todos. El Papa Francisco nos recordaba que el diálogo supone escuchar y respetar el punto de vista del otro y admitir que puede encerrar convicciones legítimas", señala, citando la Encíclica Fratelli Tutti.
Sobre la protesta pacífica
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana dijo que reconoce el derecho a la protesta pacífica de quienes sienten que su voz no ha sido escuchada y sus derechos han sido conculcados. "Una protesta siempre abierta y respetuosa del otro, que abra el futuro en lugar de cerrarlo".
La violencia lesiona a inocentes, dicen
"La violencia nunca será el camino para construir un mejor Ecuador, ésta termina siempre atentando contra la vida, lesiona a inocentes, y afecta el bien común, debilitando el Estado de derecho y sus instituciones, garantía para una sana convivencia".
Lo que la Iglesia le pide a las autoridades y al movimiento indígena
La Iglesia invitó a las autoridades, movimientos y organizaciones sociales, actores económicos y ciudadanía en general, a escucharse, dialogar y cooperar con grandeza de espíritu. "Nunca vernos como enemigos sino como hermanos. Solo así construiremos un Ecuador reconciliado, donde se respete la vida, la libertad y los derechos de todos y podamos aspirar a un verdadero desarrollo en justicia y equidad".
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