Glas
Acción. Simpatizantes del exvicepresidente hicieron un plantón en los exteriores de la cárcel 4 de Quito.Karina Defas

Jorge Glas quiere medidas sustitutivas para dar clases en la universidad

El exvicepresidente se conectó a la audiencia telemática de apelación del habeas corpus negado por una jueza de Pichincha

Con cuello ortopédico, desde un espacio en la cárcel 4 de Quito que tenía como fondo una puerta cubierta por una cortina azul, el exvicepresidente Jorge  Glas se presentó ante el tribunal de la Corte de Pichincha que conoce la apelación del habeas corpus que le fue negado por una jueza de Pichincha. Ella resolvió un habeas corpus que provino de la Corte de Santa Elena que revocó el habeas corpus concedido por el destituido juez de Manglaralto Diego Moscoso. Lo hizo a través de la plataforma Zoom que se habilitó para la realización de la diligencia telemática desde las 09:00 de este miércoles 17 de agosto de 2022. 

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El abogado Alfonso Zambrano expuso los riesgos del exvicepresidente en el encierro y la amenaza para su integridad por la violencia en las cárceles que ha dejado más de 400 presos asesinados en los últimos dos años. Dijo que durante los cinco años que Glas ha permanecido privado de la libertad la consecuencia ha sido que tenga afectaciones, entre otras, físicas.

A su turno el exvicepresidente fue escuchado por el tribunal. Ofreció disculpas porque en el último intento de instalar la audiencia se desconectó sin previo aviso. Justificó que tuvo un ataque de migraña y de fibromialgia. Se calificó como preso político. Describió las enfermedades que padece y que le han llevado a tomar hasta 14 medicamentos al día. Habló de espondilitis anquilosante, tres hernias en el cuello, degeneración de las articulaciones, colitis , gastritis, síndrome de colon irritable, entre otras dolencias. "Aquí se miran las caras porque no hay médicos", se quejó.

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Pero también habló de su rehabilitación de sus estudios, las maestrías que ha hecho y las invitaciones de las universidades para dictar clases, incluso de una de España en la que hizo una de sus maestrías. Resaltó que en su expediente hay certificados de buena conducta, dos maestrías, un PHD, un año de Biblia israelí, un PHD una maestría en curso.

Por eso pidió a los jueces que le dicten medidas sustitutivas como presentación periódica o prohibición de salida del país. No grillete electrónico porque con el dispositivo no le aceptarían para dictar las clases. "Tengo ofertas de trabajar en universidades que es mi sueño", dijo.

También comunicó al tribunal que ha recibido amenazas, más de 70, para él y los miembros de su familia. Contó que tiene alucinaciones visuales y auditivas. Habló de maltratos, de persecución, de tratos degradantes y que durante los motines en los que hubo decenas de fallecidos escuchaba gritos que amenazaban con matarlo. Confesó que le han sacado escoltado por uniformados con metrallas y fusiles, "me resbalé en un charco de sangre, me han sacado con fuego cruzado para protegerme". Evidenció que todo eso ha venido destruyendo su salud. Y finalizó que "no puedo ser rehabilitado ni atendido en ningún tipo de prisión".